30/12/16

El vampiro en la obra de Tolkien

Ahora que está tan de moda la sustitución de películas tradicionalmente navideñas por las de la saga jacksoniana de El Señor de los Anillos y El Hobbit, no está de más echar un vistazo a la presencia del vampiro en los libros de J. R. R. Tolkien y su semejanza o absoluta disparidad con respecto a las formas que éste ha adoptado -y convenido- según el folclore.

Ilustración: Ted Nasmith
Una de las primeras menciones de algo parecido a un vampiro se da durante la Primera Edad de la Tierra Media, muchísimo antes de los acontecimientos que el cine ha perpetrado mediante la historia de Frodo Bolsón. El mortal Beren y la elfo Lúthien comienzan una historia de amor que, con sus aventuras y desavenencias propias de su diferente condición, les lleva a enfrentarse a Morgoth en una sinergia de criaturas: el primero, con forma de hombre-lobo, y la segunda, como el murciélago Thuringwethil, que significa mujer de la sombra secreta en lenguaje élfico. Su referente real aparece en El Silmarillion como "el mensajero vampiro de Sauron, un ser cuyas alas membranosas terminaban en una garra de hierro [...] y hasta el mismo maiar se transformó en un enorme murciélago tras la caída de Tol-in-Gouroth".

          A vampire shape with pinions vast
          screeching leaped from the ground, and passed,
          its dark blood dripping on the trees.
Los murciélagos chupadores de sangre fueron criados al amparo de Morgoth "a partir de otras criaturas existentes, como aves y animales", aunque obedecen a un origen incierto. Los más perversos siervos de Morgoth adoptaron a su antojo la forma de murciélago para conseguir sus fines. Durante la Batalla de los Cinco Ejércitos, "negras nubes de murciélagos avanzaron junto a legiones de orcos y lobos para enfrentarse a los hombres, elfos y enanos".

 

Algunos autores coinciden en que los vampiros de Tolkien, si bien son mencionados en contadas ocasiones, eran espíritus menores o ángeles caídos, e incluso establecen su origen en los hechizos y maldiciones de Thorin II, Rey de la Montaña, o como descendientes de los Úvanimor que probablemente se extinguieron tras la destrucción de Morgoth. Robert Foster (op. cit.) señala que Thuringwethil era una "criatura del mal, tal vez uno de los maiar corrompidos" y no queda claro si esta condición vampírica se trate de un mero encantamiento, pues, al parecer, "era una capa la que le otorgaba la capacidad de convertirse en el temido quiróptero". Probablemente, cayó muerta o asesinada durante la batalla entre Sauron y Huan en la fortaleza de los licántropos, tras desaparecer sus poderes.
Sauron was a mighty terror in that form, but Huan's power was even greater. He took the greatest of the Maia by the throat and with crushing strenght held him, bringing him near to death. And so Sauron gave over the tower to Huan and Lúthien and surrendered the hero Beren who was imprisoned in that place. All the powers of enchantment dropped away from Tol-in-Gaurhoth, the servants of Sauron fled, and Sauron, in the shape of a great Vampire, in fear and wrath flew across the sky.
No obstante, sería lógico pensar que Tolkien buscaba una semejanza física con los murciélagos más que con el personaje nacido de las mentes que se dieron cita en Villa Diodati, aunque la ambigüedad deja abierta una puerta a una doble lectura, primero, porque "no eran mas que criaturas sedientas de sangre" y, segundo, porque el mismo Sauron sobrevolaba los bosques "chorreando sangre de su garganta". Además, paralelamente, vampirismo y licantropía van a mezclarse, y así encontramos a Carcharoth o gran lobo guardián de las Puertas de Angband, o al principal antagonista de El Señor de los Anillos transmutado de nuevo en lobo y depredador sanguinario.
Sauron took it upon himself the form of a werewolf, and made himself mightiest that had yet walked the world; and he came forth to win the passage of the bridge. [...] When Haun released him immediately he took the form of a vampire, great as a dark cloud across the moon, and fled dripping blood from his throat upon the trees, and came to Taur-nu-Fuin, and dwelt there, filling it with horror.
A tenor del imaginario que puebla la obra del escritor británico, de cuyo nacimiento se cumplen 125 años este 2017, y de su conocimiento del vampiro decimonónico, podemos afirmar que, si no asumen un papel protagonista, estos seres de ultratumba encajan perfectamente con el universo de fantasía sugerido por su magnífica prosa.





© Fuera de Contexto, 2016.
© David Day: A Dictionary of Tolkien: A-Z (2015).
© Robert Foster: Guía Completa de la Tierra Media (1978).
© The Lays of Beleriand, Chant IX: "The Defeat of Thû".