17/3/16

"No soy muy fan del vampiro" (II)

María Ibáñez, durante un momento de la entrevista.
Con estas palabras, iniciábamos una interesante charla con María Ibáñez, investigadora de la UCM, en una céntrica cafetería de Madrid. Dice que le encantaba El pequeño vampiro, aunque este tema haya estado siempre tan maltratado y espera “que se rescate la figura del vampiro tradicional de una forma más postmoderna”, sin caer en licencias tan vacías de contenido como “brillar en la oscuridad”. Hablamos de Penny Dreadful, cuya buena acogida ha llevado a su renovación para una tercera temporada, porque "esas otras películas como Abraham Lincoln cazador de vampiros o Van Helsing me parecen totalmente irrisorias […]; sin embargo, la línea argumental de Penny Dreadful, tomando un poco de todas ellas, ha funcionado bastante bien”.

Algunos de los trabajos presentados por la investigadora de la UCM.
Licenciada en Filología Inglesa, María Ibánez engloba su investigación dentro de los Estudios sobre Intertextualidad y Mediación Intercultural de la Universidad Complutense de Madrid, con una tesis doctoral que llevará por título Mitos de lo siniestro en la novela gráfica contemporánea. "Es un proceso largo en el que llevo inmersa tres años, lo siniestro es un campo amplísimo". Tan amplio como la figura del vampiro y su relación con el cómic, por ejemplo, y últimamente con la televisión, como se desprende de la proliferación de series que ofrecen una nueva aproximación, revisitación o, en algunos casos, degradación del mito. Bajo el título Penny Dreadful: terror victoriano en la pequeña pantalla, María Ibañez desgranó los aspectos más interesantes de la serie creada por John Logan durante un Congreso sobre Literatura organizado por la Semana Gótica de Madrid. "Penny Dreaful -señala- capta el espíritu decimonónico al cien por cien en cuanto a imágenes, oscuridad, tipo de personajes... y lo trata desde la tendencia, ya existente en el siglo XIX, del gótico más urbano". Ese pastiche, que según la RAE es una "imitación o plagio que consiste en tomar determinados elementos característicos de la obra de un artista y combinarlos, de forma que den la impresión de ser una creación independiente" queda reflejado, no sólo en la serie, sino también en la exposición de ideas que la investigadora ha compartido previamente en otros encuentros como el Seminario de Lecturas Entrecruzadas, dentro de la Semana Complutense de las Letras: "La serie explota las estratagemas textuales de las que Alan Moore hace uso en el cómic The League of Extraordinary Gentlemen, pero de una forma que no ha sido traducida […] quizá sea el despropósito de esta película lo que ha proporcionado ventaja a los creadores de la serie para intentar llenar, once años después, el vacío conceptual que dejó aquélla”. 

Penny Dreadful, la serie creada por John Logan.
Y es que el film del mismo nombre, dirigido en 2003 por Stephen Norrington, abre las puertas a una trama que, si bien difiere en bastantes aspectos de la que nos propone Penny Dreadful, establece ciertos paralelismos entre “Mina Harker/Allan Quatermain, reclutados para proteger a la Corona Británica, y Vanessa Ives/Sir Malcom Murray, que buscarán ayuda en los más variopintos personajes para rescatar a Mina del vampiro”, entre ellos, Ethan Chandler, un pistolero norteamericano alter ego de Quincey Morris en Drácula. Precisamente, ahí radica su primera contradicción al sostener que Penny Dreadul puede relacionarse más con la novela de Stoker que con el cómic de Moore: “Penny Dreadul reconfigura la narrativa de Drácula dentro del pastiche que nos presenta […] las alusiones son frecuentes, directas y a menudo pretenciosas, pero realmente funcionan y se vuelven aún más significativas cuando uno es consciente de las posibilidades intertextuales y estructurales que se abren cuando los conceptos, creaciones y personajes del Romanticismo tardío y el Gótico victoriano se combinan y coexisten”. De hecho, la serie de la NBC que firma Cole Haddon mano a mano con Daniel Knauf es la única de entre las películas que María Ibañez mencionaba en el Seminario Lecturas Entrecruzadas que pertenece al ámbito televisivo y, por tanto, puede considerarse serie.

El libro aúna algunos tópicos del fin de siècle.
Esas posibilidades intertextuales, por tanto, se convierten en una pieza clave de la literatura de género. Así, en The Bloody Chamber and Other Stories, de Angela Carter (1979), encontramos una historia de vampiros invertida, titulada “The Lady of the House of Love”, en la que un oficial inglés que atraviesa Rumanía justo antes del estallido de la I Guerra Mundial es acogido por una joven vampira. Su intención es comérselo, pero la inocencia de éste al besarle el dedo cuando ella se corta lo salva: de este modo, mientras el mordisco del vampiro transforma al humano, el beso, según parece, transforma a los vampiros en seres más afables. La historia está plagada, no obstante, de referencias al cuento de hadas, ya que el mismo oficial es comparado con el héroe del cuento grimmiano ‘The boy who went forth to learn fear’; al ser inglés, también se sitúa en la línea heroica de ‘Jack and the Beanstalk’, cuya rima se cita en dos ocasiones (’Fee fi fo fum / I smell the blood of an Englishman’); el vampiro vive en un jardín rodeado por una alambrada de espino, mientras que el narrador repite que ‘un simple beso despertó a la Bella Durmiente del Bosque’ y sugiere que el vampiro es como una joven vestida con el traje de boda de su madre, lo cual nos recuerda a la versión de Cenicienta que los hermanos Grimm nos contaron bajo el título de ‘Ashputtle’. Por consiguiente, ‘The Lady of the House of Love’ se nos presenta, en cierto modo, como una la historia invertida, demostración de deseo y poder femenino: el oficial se aleja con una rosa como recuerdo, una rosa que revive –como un vampiro-  en “un esplendor siniestro, brillante, corrupto” tras la muerte”.

Existen, pues, concomitancias con el mundo del vampiro y esa idea de gestación de la novela de Stoker aparece implícita en la serie: los personajes de Mina/Lucy, el apellido Harker e incluso The Jewel of the Seven Stars, del mismo autor irlandés, como ejemplo de ambientación de la sociedad victoriana, el gusto por lo exótico, la superstición, etc. La heterotopía de Michel Foucault, esto es, la descripción de lugares y de espacios que funcionan en condiciones no hegemónicas, y su relación con los espacios del gótico, o el mitopoema de Umberto Eco, son conceptos y autores que María Ibáñez conoce bien, a pesar de que las aportaciones de éste último a la Semiótica y de que una de sus directoras de tesis pertenezca a este campo lo hayan relegado a un segundo plano. El profesor italiano señalaba esta capacidad mitopoética del hombre para adaptar los mitos heredados, como el del vampiro, de manera que éstos sigan siendo útiles: "La capacidad mitopoética del hombre ha de modular su productividad imaginaria en función de los retos de sus cambiantes circunstancias ambientales y sus diversos contextos culturales, y de ahí deriva su labilidad y su funcionalidad en relación con las características de cada época y cada sociedad.". De esta forma, encontraremos otros films como Revenant (Richard Elfman, 1998) donde el vampiro se adapta a los nuevos tiempos, con sus propios vicios y sus nuevos temores, y hasta incluso con un nuevo clasismo.

El actor Rory Kinnear da vida a la criatura.
También es importante destacar la presencia de Víctor Frankenstein en Penny Dreadful como algo coyuntural, anacrónico, porque "trata los marcos temporales con cierta inconsistencia; [...] más que inventarse a un personaje como el de Frankenstein y su criatura, lo que han hecho es dilatar un poco el marco temporal para poder incluirle". La dualidad es un tema recurrente en la serie de Showtime y, por extensión, en toda la literatura romántico-gótica del XIX: conflicto interior, represión versus vulneración de las normas: "Me interesa el concepto de alteridad presente en el tratamiento que se da a los personajes; un ejemplo es la dama victoriana que representa Vanessa Ives [...]. Todavía no le he encontrado ninguna pega y, por supuesto, la sombra del vampiro está revoloteando constantemente sobre la trama" ahondando en otras figuras concomitantes o anticipadoras del mito como la bruja-vampiro que también está en Dreyer, por ejemplo, y en otras referencias al folklore. Aunque su aproximación al tema del upiro sea superficial, en su reseña sobre Fantasmas, aparecidos y muertos sin descanso dice: “Cristina Delgado refiere los más importantes espíritus sobrenaturales [...] que estaban presentes en la cultura mesopotámica y en sus representaciones artísticas y literarias, poniendo el foco de atención en los daimones femeninos y en especial en Lilith, criatura de naturaleza vampírica y carácter mítico cuya representación tomó especial importancia en el siglo XIX y perdura hasta nuestros días” […] Santos Marinas enmarca al muerto viviente de la tradición eslava dentro de un espectro más amplio que el comúnmente aceptado del vampiro […]. La variante del vampiro también se menciona en el artículo, “Dos muertos vivientes en la Bohemia del siglo XIV”, en el que Juan Antonio Álvarez-Pedrosa aborda la figura del muerto viviente entre los eslavos occidentales haciendo una comparativa entre dos textos de características comunes en los que se encuentran dos muertos sin descanso".

Una de las obras reseñadas por M. Ibáñez.
Retomando los escenarios de la serie y las líneas de su investigación doctoral María nos comenta que "el gótico surge junto con la normalización de las instituciones mentales, la medicina forense, el concepto de lo extraño, la superstición o la mediumnidad. [...] Me interesaba más bien un enfoque sociocultural en cuanto al surgimiento del gótico como género y establecer un paralelismo entre el cómic tomando como ejemplo The Sandman (Neil Gaiman, 1988), escrito en una época de bastante excitación política y malestar social en Gran Bretaña”. Esa idea primigenia aparece ahora descartada para centrarse más en el gótico “como subgénero dentro del cómic, por ejemplo, su evolución en este campo y por qué se estudia en las universidades para, sin embargo, seguir siendo tan denostado”. A ese respecto, debemos recordar la situación que atraviesan los doctorandos en España: “La Universidad ha cerrado muchos recursos de cara a la investigación, como bases de datos”, por lo que su estancia en Londres le permitió recopilar material que "aquí, con los recortes, no habría sido posible".

En cuanto a sus proyectos más inmediatos, la investigadora espera estar presente en la próxima edición de la Semana Complutense de las Letras de la UCM, que se celebra en el mes de abril, y también tiene pendiente una publicación sobre Morpheo y un congreso este verano en Irlanda en el que hablará sobre el espacio en la literatura fantástica. Estaremos muy atentos a esta trayectoria y esperamos que en una próxima ocasión María Ibáñez haya encontrado en Only lovers left alive, The Hunger o The Addiction -algunas de nuestras recomendaciones cinéfilas- nuevas líneas de interés para futuros trabajos.



© Del texto y traducciones, Fuera de Contexto.
© Carter, A.: The Bloody Chamber and Other Stories, 1979.
© Aguirre Castro, M. et alt.: Fantasmas, aparecidos y muertos sin descanso, 2014.
© Ibáñez, M.: íbidem, op. cit. "Fantasmas, aparecidos...", en Revista Amaltea, 2015.
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