26/3/18

Fuera de Contexto en los Premios 20Blogs 2018

Saludamos a todos los que, a partir de ahora, nos siguen gracias a la Blogoteca de 20minutos.es, que lanza una nueva edición de los Premios 20Blogs en los que participamos dentro de la categoría Cultura, Música y Tendencias

Para poder votar, solamente tenéis que hacer clic en el enlace y seguir las instrucciones que encontraréis en la Blogoteca. Registrarse y votar es completamente gratuito, así que, ánimo y gracias de antemano por vuestra colaboración.

Repite conmigo: "Tu voto es muy importante... Tu voto es muy importante...".
El período de votaciones permanecerá abierto desde el 26 de marzo hasta el 11 de abril de 2018. Disponéis de 20 votos, uno por categoría, así que aparte de darnos tu apoyo en Cultura, Música y Tendencias, recuerda que también puedes hacerlo en las otras categorías en las que Fuera de Contexto participa (la más importante, sin embargo, es la primera, por lo que nos damos por satisfechos si únicamente lo haces en ésta), así como votar a otros blogs que sean de tu interés.

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© Fuera de Contexto, 2018.

23/3/18

Frankenstein: 200 Años Después

Presentación de las Jornadas: Santiago Lucendo y Tonia Raquejo. 
© Museo del Romanticismo.
El mes de marzo no podía haber comenzado de mejor forma que con la celebración del bicentenario de Frankenstein, de Mary Shelley (Mary Godwin Wollstonecraft según su genealogía) y las jornadas que han tenido lugar en el Museo del Romanticismo de Madrid en colaboración con la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense, que también ha dedicado un ciclo de cine al monstruo eterno (con permiso de nuestro adorado Drácula).

Aunque ya dedicamos una edición reducida de nuestro podcast habitual al contenido de estas jornadas (con homenaje especial a la fantástica serie de John Logan, Penny Dreadful), queremos destacar algunos apuntes de interés sobre lo que aconteció durante estos tres días de lluvia y reminiscencias góticas amén de las nuevas tendencias futuristas contemporáneas.

Tal y como se desprende de nuestro audio, el denominador común giró en torno a las nuevas formas de vida artificial basadas en la cibernética y no tanto en los planteamientos ontológicos que podemos encontrar en la obra de Shelley (el devenir del ser y la creación de la consciencia), a priori objetivos, si no fuera porque la autora reclama para sí el papel de la mujer en una sociedad claramente dominada por lo masculino (el creador es el hombre, mientras que la novia pretendida por el monstruo debe ser una mujer silenciada; recordemos, posteriormente, el rol de mujer decorativa al cual se hace referencia en el libro de Stoker, por ejemplo, en contraposición al concepto de new woman). Papel coartado en numerosas ocasiones, tanto en la literatura como en el cine, pero que siempre logra salir a flote con la misma reivindicación de lo femenino, responsable también de la interpretación que algunos críticos han realizado a propósito de una supuesta transexualidad del monstruo amparada en las teorías del Psicoanálisis (Ayten Parlar, et alt.).

Momento para la intervención de Teresa López-Pellisa (UIB).
La novela L'Ève Future (Auguste Villiers, 1878), conocida por popularizar, aunque erróneamente, el término androide, representa precisamente esa idea de cosificación de la mujer al intentar sustituir a la estúpida Alicia, prometida de Lord Ewald, por una ginoide fisonómicamente similar pero espiritualmente superior: Hadaly. Considerada extremadamente misógina, la obra de Villiers contribuyó, no en vano, a ensalzar los trabajos sobre la histeria realizados por Jean-Martin Charcot que inicialmente atribuían la predisposición de este trastorno a la mujer (en griego, ὑστέρα: útero). A partir de aquí, el rango expositivo de las conferencias no dejó de ser una pieza orbicular en torno a la feminidad como primer término y a la robótica como el fin que justifica la propensión actual.

Algo que, sin embargo, se aleja de esa idea original concebida por el malogrado Victor Frankenstein: la recomposición física de un nuevo sujeto basado en conceptos científicos primarios que se olvida del cerebro como un posible núcleo en el desarrollo de la personalidad. Ejemplos como Her (Spike Jonze, 2013) o Ex Machina (Alex Garland, 2015) normalizan la convivencia del ser humano con entidades informáticas carentes de cuerpo o conniventes con una estructura biomecánica a la cual repudian o no entienden (volvemos a la transexualidad antes mencionada) e inician el desmembramiento de la psique en la búsqueda de trascendencia (la serie Westworld, de Jonathan Nolan y Lisa Joy, maneja muy bien tales interrogantes).

Muestra del proyecto Synbody, a cargo del colectivo DART.
Como reza el tríptico de las jornadas, Frankenstein: 200 años después pretende celebrar lo que Mary Shelley bautizó como su "monstruosa progenie. [...]. La vida autónoma del monstruo, en su tensa relación con el creador, ha dado lugar a innumerables versiones, estereotipos y posibilidades que el texto ya inició [...] el desarrollo de lo posthumano, tanto en su dimensión cultural como científica". De ello puede extraerse una constante relectura que vuelve a dar voz al otro, al antihéroe, mediante una iconografía de mil cabezas, los movimientos parlantes y sus implicaciones en el acto creativo, la muerte interrumpida y sus reacciones en el imaginario romántico, la creación de seres artificiales y su representación femenina, el nacimiento de la consciencia o la contra-autopsia de un robot social.

A pesar de haber pasado casi de puntillas por los aspectos más humanistas y humanizadores de la novela, con vagas disertaciones sobre los autómatas, la literatura cinemática o las parábolas en Frankenstein -con alegato animalista incluido-, el enclave y la significación de la obra de Shelley nos ha reunido, nuevamente, para reencontrarnos con la esencia -a nuestro juicio- más filosófica del diferente, de ese mal llamado monstruo que al final es conducido hacia el descubrimiento de sí mismo, con fatales consecuencias, y para adentrarnos en las innumerables posibilidades -y también peligros- que la tecnología nos depara como sociedad. La pregunta es si merece la pena buscar consenso entre lo semejante, abocado a la desnaturalización del individuo o, por el contrario, navegar contracorriente aferrándose a la esperanza de un mundo mejor.



© Fuera de Contexto, 2018.
© Javier Prieto es periodista y criminólogo.