30/12/16

El vampiro en la obra de Tolkien

Ahora que está tan de moda la sustitución de películas tradicionalmente navideñas por las de la saga jacksoniana de El Señor de los Anillos y El Hobbit, no está de más echar un vistazo a la presencia del vampiro en los libros de J. R. R. Tolkien y su semejanza o absoluta disparidad con respecto a las formas que éste ha adoptado -y convenido- según el folclore.

Ilustración: Ted Nasmith
Una de las primeras menciones de algo parecido a un vampiro se da durante la Primera Edad de la Tierra Media, muchísimo antes de los acontecimientos que el cine ha perpetrado mediante la historia de Frodo Bolsón. El mortal Beren y la elfo Lúthien comienzan una historia de amor que, con sus aventuras y desavenencias propias de su diferente condición, les lleva a enfrentarse a Morgoth en una sinergia de criaturas: el primero, con forma de hombre-lobo, y la segunda, como el murciélago Thuringwethil, que significa mujer de la sombra secreta en lenguaje élfico. Su referente real aparece en El Silmarillion como "el mensajero vampiro de Sauron, un ser cuyas alas membranosas terminaban en una garra de hierro [...] y hasta el mismo maiar se transformó en un enorme murciélago tras la caída de Tol-in-Gouroth".

          A vampire shape with pinions vast
          screeching leaped from the ground, and passed,
          its dark blood dripping on the trees.
Los murciélagos chupadores de sangre fueron criados al amparo de Morgoth "a partir de otras criaturas existentes, como aves y animales", aunque obedecen a un origen incierto. Los más perversos siervos de Morgoth adoptaron a su antojo la forma de murciélago para conseguir sus fines. Durante la Batalla de los Cinco Ejércitos, "negras nubes de murciélagos avanzaron junto a legiones de orcos y lobos para enfrentarse a los hombres, elfos y enanos".

 

Algunos autores coinciden en que los vampiros de Tolkien, si bien son mencionados en contadas ocasiones, eran espíritus menores o ángeles caídos, e incluso establecen su origen en los hechizos y maldiciones de Thorin II, Rey de la Montaña, o como descendientes de los Úvanimor que probablemente se extinguieron tras la destrucción de Morgoth. Robert Foster (op. cit.) señala que Thuringwethil era una "criatura del mal, tal vez uno de los maiar corrompidos" y no queda claro si esta condición vampírica se trate de un mero encantamiento, pues, al parecer, "era una capa la que le otorgaba la capacidad de convertirse en el temido quiróptero". Probablemente, cayó muerta o asesinada durante la batalla entre Sauron y Huan en la fortaleza de los licántropos, tras desaparecer sus poderes.
Sauron was a mighty terror in that form, but Huan's power was even greater. He took the greatest of the Maia by the throat and with crushing strenght held him, bringing him near to death. And so Sauron gave over the tower to Huan and Lúthien and surrendered the hero Beren who was imprisoned in that place. All the powers of enchantment dropped away from Tol-in-Gaurhoth, the servants of Sauron fled, and Sauron, in the shape of a great Vampire, in fear and wrath flew across the sky.
No obstante, sería lógico pensar que Tolkien buscaba una semejanza física con los murciélagos más que con el personaje nacido de las mentes que se dieron cita en Villa Diodati, aunque la ambigüedad deja abierta una puerta a una doble lectura, primero, porque "no eran mas que criaturas sedientas de sangre" y, segundo, porque el mismo Sauron sobrevolaba los bosques "chorreando sangre de su garganta". Además, paralelamente, vampirismo y licantropía van a mezclarse, y así encontramos a Carcharoth o gran lobo guardián de las Puertas de Angband, o al principal antagonista de El Señor de los Anillos transmutado de nuevo en lobo y depredador sanguinario.
Sauron took it upon himself the form of a werewolf, and made himself mightiest that had yet walked the world; and he came forth to win the passage of the bridge. [...] When Haun released him immediately he took the form of a vampire, great as a dark cloud across the moon, and fled dripping blood from his throat upon the trees, and came to Taur-nu-Fuin, and dwelt there, filling it with horror.
A tenor del imaginario que puebla la obra del escritor británico, de cuyo nacimiento se cumplen 125 años este 2017, y de su conocimiento del vampiro decimonónico, podemos afirmar que, si no asumen un papel protagonista, estos seres de ultratumba encajan perfectamente con el universo de fantasía sugerido por su magnífica prosa.





© Fuera de Contexto, 2016.
© David Day: A Dictionary of Tolkien: A-Z (2015).
© Robert Foster: Guía Completa de la Tierra Media (1978).
© The Lays of Beleriand, Chant IX: "The Defeat of Thû".

16/12/16

"Lilith es símbolo de la madre terrible, lo que hace de ella alguien vengativo".

Cada vez es más importante, como en otras muchas disciplinas, la presencia del vampiro en eventos de tipo académico y cultural: más allá de capas y colmillos, el upiro se ha convertido en referente primordial a la hora de explicar el devenir de ciertas sociedades desarrolladas, desde sus miedos más íntimos hasta su deseo de libertad, pasando por lo oculto, por ese otro resorte desde el que se genera todo un ardid de comportamientos nada deseables.

¿Es el vampiro un referente del mal o lo es de la liberación del individuo? ¿Es ese individuo el mismo ser social al que las masas pretenden domesticar o, por contra, una nueva forma de apertura hacia nuevos planteamientos? Porque es ahí donde radica la importancia de esta cuestión: ¿existe voluntariedad de los actos sociales o éstos meramente se circunscriben a argumentos autoimpuestos? ¿Es el vampiro la superación de tales conflictos? Su controvertida figura obedece a diferentes lecturas y reinterpretaciones: desde el ámbito de la Psicología y, por ende, la explicación freudiana del mito; de la Antropología y su aproximación desde teorías procedentes del folclore; o de la Filosofía, que también intenta catalogar ciertos males del espíritu ya desde el siglo XVIII removida por los casos de vampirismo que recorren Silesia y los Países Bálticos, por ejemplo.

Mitjans y Las hijas de Lilith (E. Bornay)
El trabajo de la investigadora Bernia Mitjans recorre cuidadosamente el mito de Lilith, con sus continuas mimetizaciones a lo largo de la historia y su presencia, no sólo en manifestaciones pictóricas, sino también en la música, por ejemplo. Silenciada por la Iglesia Católica y, por tanto, alejada de la interpretación religiosa dada a la primera mujer de Adán, por resultar tan incómoda como María Magdalena o como los mismos textos judíos, el estigma de mujer demoníaca ha perdurado hasta nuestros días. ¿Cuánto hay de cierto en todo ello?

"Mi investigación actual -comenta Bernia- gira en torno a la representación de la mujer siniestra en la cultura visual contemporánea, debido a que es un tema muy amplio, por lo que, tanto Lilith como la mujer vampiro en general son unos de los personajes principales de mi objeto de estudio. Pero también lo son personajes mitológicos rescatados como Sélene, Hécate, las sirenas, o las brujas". La leyenda medieval sobre Lilith "proviene de un midrash -investigación que tiene por objeto facilitar el estudio de la Torá- del siglo XII, donde se cuenta que la primera mujer de Adán fue Lilith, la cual se rebeló contra él y le abandonó". En su búsqueda por la igualdad, Lilith consideraba ofensivo yacer debajo de su marido durante el acto sexual y, por tanto, inadmisible la idea de ser obligada por la fuerza. "Erika Bornay -prosigue-, en su estudio sobre la imagen femenina como femme fatale, nos explica que Lilith fue posiblemente adquirida o adoptada por los rabinos por necesidad. Es decir, necesitaban de otra figura femenina para no culpar a Eva de todos los males de la humanidad".

Arpía, de Eduard Munch.
Sin embargo, para los antiguos mesopotámicos, Lilith no era, en su origen, un vampiro. A menudo, se sincretiza como la diosa madre o incluso se la conoce bajo distintos nombres: la Innana sumeria, la Ishtar acadia y la Astarté fenicia, o como Lilîtu, Lalu o Lulû, que denotan en su significado la lujuria o el desenfreno. Jacobo Siruela, en su prefacio a El Vampiro (2002), nos dice que "Hécate, la reina de los espectros, también contaba entre su séquito con entidades como Empusa, cuya versión latina puede observarse en Lamia, demonios femeninos que yacían junto a los hombres durante el sueño para beber de su sangre hasta provocarles la muerte". Su afición por los bebés, a quienes arrebataba del seno de sus madres para succionarles la sangre, la convierte en "nexo entre la demonología babilónica y hebrea, y también entre la judía y la cristiana". Y por ello, "su cuerpo desnudo a veces acaba en forma de serpiente, como la Melusina medieval", y se asocia de este modo a la simbología cristiana que encarna la tentación en representaciones pictóricas posteriores.

Xilografía de Lilith. Augsburgo, 1470.
Como señala Bernia Mitjans, "Lilith está intrínsecamente relacionada con el diablo medieval centro-europeo: es símbolo de la madre terrible, porque personifica el imago materno -uno de los arquetipos definido por Jung-, es decir, la representación de la idea de la madre venerada durante la infancia, pero también temida, lo que hace de ella una figura vengativa que actúa contra el hijo y el esposo". A ojos de los hebreos, y siguiendo al profesor Jean Marigny, "Lilith es ante todo culpable de transgredir el tabú absoluto de la Ley mosaica, que prohíbe el consumo de sangre de los seres vivos [...]. Asimismo, la sangre menstrual es el origen de todo tipo de maldiciones y bajo ningún concepto la mujer debe mantener relaciones sexuales durante el período, pues es impura", algo que, lamentablemente aún en nuestros días, podemos comprobar en informaciones recientes.

De aquí van a ir surgiendo nuevos conceptos, esquemas mentales primitivos que progresivamente se estructuran en nuevas creencias sustentadas en la sangre, en lo desconocido y en el Mal que regentan. Reginald Campbell, en The Devils and Evils Spirits of Babylonia (1903), nos remite a "siete fantasmas que atacan los hogares y se ensañan con los hombres, y derraman su sangre, y devoran su carne, y chupan sus venas", además de a una interesante advertencia: "Allí donde prevalezcan las imágenes de los dioses, ellos [los demonios] tiemblan...", lo que nos conduce inevitablemente a la idea que tenemos, en parte gracias al cine, de que los vampiros aborrecen las iglesias y cualquier iconografía religiosa.

Remedios Varo, Vampiros vegetarianos.
En el aspecto personal, muchos e interesantes son los referentes que Bernia Mitjans citó durante la entrevista. Nos ha llamado la atención especialmente su afición por el personaje de Catwoman o por la mujer-lobo -ella misma menciona a Pilar Pedraza como una de sus autoras favoritas, lo cual nos recuerda su novela El síndrome de Ambras (2008) y el tema de la licantropía femenina-, y que de entre sus pintores e ilustradores predilectos destaquen autores que, de alguna manera, se acercaron al mito de Lilith o de la femme fatale. Tal es el caso de la argentina Leonor Fini con su serie de litografías Carmilla, donde podemos encontrar a los Karnstein, sin duda influenciada por el escritor Sheridan Le Fanu y por la famosa trilogía cinematográfica de la que forma parte The Vampire Lovers. También la española naturalizada mexicana Remedios Varo y sus Vampiros Vegetarianos, o Victoria Francés componen esta filiación feminista de la investigadora valenciana.

"La cultura popular y audiovisual actual -señala Bernia- ha recreado a Lilith como reina de los vampiros: así aparece en la cuarta temporada de la serie Supernatural (Eric Kripke, 2005) y en la serie True Blood (Alan Ball, 2008)", pero también como personaje de la literatura contemporánea, con autores como José Saramago y su novela Caín (2009), donde encontramos a una "mujer insaciable, posesiva y sensual, esposa insatisfecha del señor del pueblo, Noah, que elige cada cierto tiempo a algún esclavo para mantener numerosas relaciones sexuales". Transmutada ya en mujer fatal de nuestro tiempo, la elección de Lilith como representación iconográfica del vampiro, "surgió por su propio peso, ya que fue investigando acerca del origen de la mujer vampiro cuando descubrí al personaje de Lilith, allá por el año 2009, y cuando apenas había nada relacionado con ella ni en internet, ni en los medios académicos, ni en los más populares".

Si quieres consultar la segunda parte de la entrevista, continúa leyendo.





© Del texto y traducciones, Fuera de Contexto, 2016.
© Javier Prieto es periodista y criminólogo.

"Prefiero los vampiros que parecen humanos pero son monstruos por dentro".

Mitjans, durante una de sus intervenciones en el MOOC Mujeres Coraje.
Adentrándonos ya en el Romanticismocuna del vampirismo literario -con permiso de algunos poemas que lo precedieron cronológicamente- y quizá una de las etapas más interesantes en cuanto a producción estética e influencia posterior, encontramos, por ejemplo, la obra del escocés George MacDonaldLilith (1895), una de las creaciones más oscuras del autor y actualmente descatalogada en nuestro país. De acuerdo con Mitjans, fue "la cultura occidental masculina la que a finales del siglo XIX modeló la idea de la mujer vampirizada que hoy conocemos, a través de distintas manifestaciones artísticas e incluso científicas, como expresión del miedo a su emancipación con respecto al varón, fuera éste padre o marido: el Romanticismo y el Simbolismo convirtieron a la mujer vampiro en un ser vengativo dotado de una sexualidad brutal y desenfrenada que sólo el hombre civilizado y racional podía destruir para siempre. Sin embargo, la postmodernidad consigue liberar a esta figura en obras como Nadja -película de Michael Almereyda, aunque desde nuestro punto de vista la novela de André Breton, si bien no está relacionada directamente con el vampiro, sí lo hace con la idea de liberación femenina-, Red As Blood, relato de Tanith Lee, The Addiction y The Hunger, o bien le otorga el papel de heroína siniestra que amenaza el orden patriarcal".

Lamia y el soldado (Waterhouse).
Así, la doctoranda ha reunido un compendio de trabajos previos que constituyen la base de su tesis en Historia del ArteImágenes postmodernas de la heroína siniestra. Representaciones contemporáneas de un nuevo paradigma de tipo iconográfico femenino en la cultura popular, que verá la luz próximamente. "Desde pequeña me encantan las historias de vampiros, independientemente de su calidad estética o artística; de la literatura más clásica –Drácula de Bram Stoker, a las representaciones más modernas del vampiro, como las que encontramos en Anne Rice. [...]. Prefiero los vampiros que parecen humanos pero son monstruos por dentro, personajes misteriosos, insatisfechos o atormentados por su naturaleza; me gusta que se enamoren, pero odio que se vuelvan completamente buenos o aceptados por la humanidad. Por eso me fascina Déjame entrar, de John Ajvide y la versión cinematográfica original de Tomas Alfredson, así como la peculiar visión de Jim Jarmusch en la película Solo los amantes sobreviven”.

La malograda Aliyah, como Akasha.
Precisamente, del imaginario de la escritora norteamericana surgiría el personaje de Akasha, con claras reminiscencias lilitianas. En contraposición al origen del término (akasha, आकाश, denota, según diversas doctrinas, el principio unificador de la vida, que parte de un vacío inicial o éter del cual descienden los otros cuatro elementos), el personaje que encontramos en Queen of the Damned (tanto en los libros de Anne Rice como en la película de Michael Rymer) representa a la madre de todos los vampiros "después de que el espíritu maligno Amel entre en su cuerpo a través de una herida y se fusione con su carne". Así, luego de convertir en vampiro al rey Enkil dejándole beber su sangre, "lo que le suceda a ambos también le sucederá a sus descendientes: si mueren, así lo harán sus hijos y los vampiros más débiles sucumbirán igualmente a los rayos del Sol". De esta forma, al igual que Lilith, Akasha se convierte, en la ficción, en la primera mujer vampiro de la humanidad, reina de Kemet, el Egipto más antiguo previo a la construcción de las pirámides.

Lilith, Fernando Gómez Pajarón.
A partir de aquí, podemos establecer un punto de inflexión en la evolución de Lilith como entidad demoníaca y vampírica, pero sobre todo en su evolución como mujer y en la reinterpretación dada a su libertad en su camino hacia posturas feministas. "Tal vez, uno de los ejemplos más claros y directos de la conversión de la figura de Lilith en icono feminista -apunta Bernia- sea aquél que representa a la antigua diosa convertida en mujer poderosa e independiente, desprovista de todos aquellos símbolos que la estigmatizaban como diosa del mal". Pero también en otras representaciones artísticas donde conserva su halo de malignidad y donde refuerza, con discutido acierto, esa idea de independencia paralela a esos otros logros.

Centrándonos en las diferentes ponencias que Bernia Mitjans ha defendido desde el inicio de su investigación doctoral, nos resulta de especial interés el trabajo que lleva por título La mujer vampiro. La ambigüedad femenina en la estética de lo fantástico (Universidad de Valencia, 2009), justamente por esa dualidad tan presente en el vampiro masculino e implícita en el concepto mismo de vampirismo, que los taoístas identifican con un equilibrio de fuerzas asexuado pero subsidiario por mor de ambos sexos.

Libro colectivo resultado de un congreso.
Fruto de tales comunicaciones, entre las más recientes, El renacer de Lilith. Representaciones populares contemporáneas (VII Congreso Internacional de Análisis Textual Las Diosas, UCM, 2015) y Reencarnaciones de Lilith en la cultura popular contemporánea (V Congreso sobre Arte, Literatura y Cultura Gótica Urbana, UCM, 2016), son también "las representaciones góticas y victorianas del mito del vampiro. [...]. Me gusta mucho Tim Burton, aunque Sombras Tenebrosas no está entre mis preferidas, ya que esperaba más de la película. El cine y el cómic son los pilares centrales con los que investigo acerca de todos estos personajes, sin embargo actualizados, pero también utilizo artistas visuales contemporáneos que trabajan la pintura, la ilustración en general, o el vídeo y la fotografía, como Madeline von Foerster, o Nicola Costantino".

Pintura del simbolista Gail Potocki.
Entre estos últimos, podemos citar, además, a Bansky, quien ha plasmado su visión particular del conde vampiro en el mismísimo Big Ben londinense, muy en la línea del australiano Stormie Mills, del que ya hablamos en otra ocasión, o a Gail Potocki, gran revisitador de los clásicos con antiguas técnicas aplicadas a nuestro siglo.

Al final, podemos concluir en que este equilibro de fuerzas tan opuestas -la luz y la oscuridad-, pero al mismo tiempo tan complementarias, arrastra a todo ser humano a un nuevo despertar de la conciencia, desde un punto de vista filosófico, ético e incluso moral. Y ahí radica la explicación del fenómeno vampírico -no la sumisión espiritual ni la magia póstuma de la que nos hablan algunos autores, sino la liberación del superyó mediante procedimientos intelectuales- como un componente de la sociedad nada desdeñable, siempre que éste sea sometido a juicios de valor contrastados, los cuales, como este blog y, en palabras de la propia Mitjans, "revalorizan lo fantástico y lo vampírico en la red, actualizando, visualizando y reflexionando sobre temas que son tan devaluados por la cultura dominante".


Si quieres consultar la primera parte de la entrevista, haz clic aquí.





© Del texto y traducciones, Fuera de Contexto. 2016.
© Mitjans Altarriba, Bernia: “La mujer vampírica: heroínas condenadas a la destrucción”, en el MOOC Mujeres coraje. Maestras de la transgresión, UJI-Castellón (2015).
© Javier Prieto es periodista y criminólogo.

30/11/16

Count Dracula (1977)

  
Hoy rescatamos esta producción de la BBC dirigida por Philip Saville y considerada una de las versiones más fidedignas de la novela original. Aunque el Conde al que da vida el actor francés Louis Jourdan parezca más un clérigo que un vampiro, no hay que subestimar los ínfimos destellos interpretativos -demasiado comedido, quizá- que le convierten en una referencia del género. Con un metraje cercano al de muchas películas actuales (150 minutos), esta miniserie ha sido redifundida en tres ocasiones desde su estreno en 1977, durante el período navideño, lo cual coincide con esa connotación ñoña y petulante que le otorgan los críticos: Count Dracula "deja un vacío en medio, como el de un vampiro descafeinado tras un tratamiento reparador, que destaca al amante a expensas del demonio". Steve Calvert ha destacado el film como "la mejor versión de la novela de Stoker: pocos actores han interpretado el papel de Van Helsing de una forma tan convincente -en alusión a Frank Finlay- y este Drácula rezuma una clase de maldad más silenciosa, calculada y segura, marca de la casa".

A pesar de sus tropiezos, de lo anticuado de sus planteamientos y del uso de unos efectos especiales que terminan arruinando visualmente al film, muchos coinciden en destacar la interpretación como su mayor activo, situando a estas producciones para la televisión más cerca de las tablas que del celuloide. Count Dracula utilizó el formato de película para rodar los exteriores y vídeo para los interiores, lo cual otorga ese halo de baja calidad frente a la cult movie, lo cutre frente a lo kitsch y, en definitiva, prestaremos más atención a las partenaires del vampiro que a él mismo, pues no será hasta el final cuando se le pueda ver definitivamente en acción.



© Del texto y traducción. Fuera de Contexto. 2016.

24/11/16

Esos otros 'vampiros': Victoria Vanatter

Victoria Vanatter (Greene County Jail's photo).
Al parecer, todo comenzó tras una conversación sobre vampiros. El pasado 23 de noviembre, Victoria Vanatter, de 19 años, fue detenida por la policía de Springfield (US) después de apuñalar a su novio y habiendo accedido a su deseo de beber la sangre que manaba de un pequeño corte practicado en el brazo. Según el Springfield News-Leader, ambos se encontraban en el domicilio de Vanatter, quien intentó impedir que su novio abandonara el apartamento por temor a ser arrestada. De hecho, Vanatter habría llamado al servicio de emergencias 911 para alertar de que un hombre estaba sangrando en el interior de su vivienda. Sin embargo, la mujer "habría tenido algunos pensamientos vampíricos antes de apuñalar varias veces el hombro de su prometido", señalan.

La policía también encontró un corazón garabateado con sangre en la pared y las palabras "I'm sorry", antes de ser prevenida por Vanatter, que reconoció los hechos y advirtió a los agentes sobre "la amenaza que supondría para la sociedad un potencial asesino en serie como ella". También se encontró un corazón en la cocina y una cruz dibujada con sangre en el pecho del joven, el cual, sin embargo, "no se mostró cooperante con la policía al indicar que las heridas se las produjo él mismo".

Ambos bajo los efectos del alcohol fueron atendidos en el hospital, mientras que Vanatter sería trasladada posteriormente a la prisión del condado de Greene acusada de agresión en primer grado y con cargos bajo fianza de 150.000 dólares. Vanatter se ha declarado no culpable, alegando que también sufrió varios golpes durante la discusión. Pero los investigadores sostienen que la mujer "se infligía cortes habitualmente para beber su propia sangre" y que, a pesar de haber prestado su consentimiento en tales prácticas, "ya había sido condenada previamente en dos ocasiones por incidentes similares".

La mujer, que se encontraba en libertad condicional en el momento de los hechos, admitió que los dibujos encontrados en su domicilio fueron realizados después de apuñalar a su novio.



© Del texto y traducción. Fuera de Contexto, 2016.

11/11/16

Necrológica: Francisco Nieva

En el teatro de Nieva, no podía faltar el vampiro.
Ayer fallecía, a los 91 años, el dramaturgo, escenógrafo y director de escena Francisco Nieva. Definió su teatro como “vida alucinada, jubiloso furor sin tregua”, y así lo recoge El País en su artículo dedicado a este ciudadrealeño. La obra de Nieva "nace con voluntad transgresora y alegórica, con el choque de la religión y el sexo como uno de sus ejes, y se caracteriza por un lenguaje muy rico, repleto de imágenes sorprendentes, en el que combina con gran brillantez las improntas del barroco, el romanticismo y la vanguardia, tamizadas por un humor grotesco y esperpéntico".

El 28 de mayo de 1993, estrena Nosferatu en la madrileña Sala Olimpia (actual Teatro Valle-Inclán y segunda sede del Centro Dramático Nacional, donde cuenta con su propia sala en una disposición tradicional a la italiana). Aquelarre y Noche Roja de Nosferatu (1961), germen de la historia, solamente había sido representada por pequeños grupos de teatro independiente, para ser reconocida treinta y dos años después por la crítica y el público asistente. Esta reópera "no deja de ser una obra innovadora y sorprendente y apunta una estética teatral que, como casi todas las de Nieva, rompe con lo establecido y provoca la admiración de los espectadores. [...]. La estética del cine mudo alemán inspira el escenario, especialmente el film de Murnau, La reina Kelly, de Ströheim, o La calle sin alegría, de Pabst.

Nancho Novo caracterizado como Nosferatu (Foto: Chicho).
El tema central de la obra ofrece una visión apocalíptica: el final de un mundo organizado y burgués, que ha provocado la Primera Guerra Mundial, sustituido por el deseo, el sueño y el afán constantes para romper con lo establecido. En palabras del autor, “Nosferatu toma como pie ambiental la vida, la literatura, el teatro y la historia centroeuropea de entreguerras, trufado de opereta y con la fundamental presencia del cine, que en esos tiempos cobraba tanta fuerza de sugestión sobre los públicos […]. Y no sólo eso, sino la pintura de los expresionistas, el cubismo, el art decó, la música de Stravinsky, la de Kurt Weill, etc. Se trata de una evolución doliente, melancólica o enfática del primer cuarto del siglo XX”. La Viena de los años cincuenta es un excelente marco para que surja casi inconscientemente todo el complejo mundo de afanes, sueños y fantasmas que pueblan Nosferatu. Tras un ruido de campanas y cadenas aparece en escena el Aprendiz, cargado con el ataúd de Nosferatu. El Aprendiz también lamenta su suerte mientras se yergue la figura cadavérica del vampiro para anunciar el comienzo de la tentación que pretende expandir por todo el orbe. Prostitutas, verduleras, militares e incluso una reina completan el plantel de arquetipos con sus anhelos de amor, tendencias suicidas o autoridad fingida e ignorada. "La llegada de la reina Kelly, acompañada por el coro del Madrigal, calma los ánimos. Sorprendentemente, se ofrece para ser mordida por Nosferatu y así formar parte de los poseedores de la desesperación trascendente ante el asombro del Madrigal y del Gran Marcial. Todos los demás la aclaman como a una de los suyos. El puro mal -dice el vampiro- te levanta como nos levanta a todos por encima de la miseria".

Montaje de Ernesto Caballero en 2012 (Foto: J.L. Raymond)
Según se desprende de algunas de las acotaciones del texto teatral, "Nosferatu coincidió a su modo con el teatro coral al estilo del Living Theater o del Bread and Puppet, y con otras empresas que entonces se formaban en la sombra, como el teatro de Kantor. La comedia aristofanesca tiñe más ostensiblemente una obra dirigida a un lector específicamente europeo. En general, Nosferatu se presenta como una fiesta ritual: a pesar de sus apariencias, subyace un fondo de gravedad; existe como un distanciamiento mítico entre los actores y el público. Todos los personajes son emblemáticos de algo, como en la propia tragedia clásica". El escenario, bajo la dirección de Guillermo Heras, consistía "en la reproducción de un viejo cine art-decó muy degradado, pero susceptible de transformarse en otros muchos ámbitos. Cada frase o versículo es como un pozo reflexivo y crítico de muy complejos fenómenos vivenciales, concentrado por la voluntad de hacer un poema recitable escénicamente, aunque no rimado".

Posteriormente, la obra volvería a ser llevada a las tablas de la mano de Ernesto Caballero y Ana Sala en uno de los talleres de interpretación textual organizado por la Real Escuela Superior de Arte Dramático.



© Fuera de Contexto, 2016.
© Libros del Innombrable, 2000.
© www.francisconieva.com




1.

   

1.    S






6/11/16

Abierto hasta el amanecer...

Desde Fuera de Contexto nos sumamos a la celebración del vigésimo aniversario de From Dusk Till Dawn. Curiosamente, no es el trasfondo vampírico lo que más llama la atención de esta cinta dirigida por Robert Rodríguez sino todo el entramado que tiene lugar hasta la aparición de estos seres de ultratumba: desde el reparto, encabezado por George Clooney, hasta las interpretaciones de Harvey Keitel, Juliette Lewis y los cameos de Tom Savini o Lawrence Bender, entre otros, porque lo de Tarantino es directamente una intervención hilarante que dura todo el metraje.


Abierto hasta el amanecer lo tiene todo para convertirse en una road movie de culto cuyos vampiros se alejan de la estética decimonónica y decadente a la que nos tenían acostumbrados Lost Boys, Interview with the Vampire o el Drácula de Coppola, estrenada dos años antes. Pero, sin duda, lo mejor son las alucinaciones de Richie Gecko -interpretado por Tarantino-, sus salidas de tono, su histrionismo y, por ende, su candidatura a convertirse en un vampiro desquiciado, con el estandarte de liberación que todo el proceso conlleva.

La franquicia ha dado lugar a dos secuelas y una serie de televisión -con canal propio, El Rey-, de las que también hablaremos en futuras entradas y que, sin embargo, no han envejecido tan bien como su predecesora.



© Fuera de Contexto, 2016.

31/10/16

Mis terrores favoritos

Siguiendo la estela que nos dejara Narciso Ibáñez Serrador, queremos dedicar esta entrada a una selección de películas de terror idóneas para estos días en que, abrumados por esa americanización de las costumbres y con la llegada de los primeros fríos, no apetece más que sentarse frente al televisor -y si puede ser frente a la pantalla de un cine, mejor- y disfrutar de títulos no tan conocidos, pero que seguramente servirán al deleite de los aficionados a este género.

Cuidado con los mosquitos, pueden ser tan tediosos como el vampiro.
No se trata de una selección exhaustiva ni de un análisis en profundidad de títulos clásicos, tampoco de una lista de films sobre vampiros -que los hay-, sino más bien una recomendación contemporánea, con películas que abarcan desde el año 2011 al 2015, todas ellas, o prácticamente la mayoría, disponibles en DVD o blue-ray según los gustos: laureados de Sitges, Cannes o Sundance, por ejemplo, con firmas como la de Jennifer Lynch, Sam Raimi o Juan Carlos Fresnadillo, entre otros.

No obstante lo anterior, sí nos gustaría comenzar con un appetizer de culto: la película del director canadiense David Cronenberg, Rage (1977), de la que hablaremos próximamente, con la ex actriz porno Marilyn Chambers como peculiar succionadora en esta historia sobre el vampirismo psicológico y epidemia de infectados.

En cada título, tenéis a vuestra disposición los tráilers de las películas, tanto en versión original como en su doblaje al español.

Esperemos que disfrutéis de esta selección templada. Happy Halloween.

2011
Red State (Kevin Smith) ***
Intruders (Juan Carlos Fresnadillo) ***
Chromeskull (Robert Green) **1/2
Tucker & Dale vs Evil (Eli Craig) ***1/2

2012
Devil Inside (Willian Brent Bell) ****
The Possesion (Sam Raimi) ***
Chained (Jennifer Lynch) ****
Sightseers (Ben Wheatley) ***

2013
Cassadaga (Anthony DiBlasi) **1/2
Devil's Pass (Renny Harlin) ***
Borgman (Alex van Warmerdam) ***1/2

2014
The Babadook (Jennifer Kent) ****
The Signal (William Eubank) ***
A girl walks home alone at night (Ana Lily Amirpour) ****

2015
Bloodsucking Bastards (Brian James O’Connell) ***
From the Dark (Conor McMahon) ***1/2
The Invitation (Karyn Kusama, 2015) ****



© Fuera de Contexto, 2016.





28/10/16

Novedades en el Festival de Series 2016

  
Se presentó en Madrid el Festival de Series de Movistar + y, un año más, AMC Networks formó parte del evento para mostrar sus principales novedades, incluyendo su nuevo canal Dark, dedicado íntegramente al género de terror, cuyo referente homónimo podemos encontrarlo, por ejemplo, en el canal británico Horror Channel, y que arranca sus emisiones el próximo 31 de octubre con el preestreno en exclusiva Ash vs Evil Dead, protagonizada por Bruce Campbell y que recupera el universo creado por Sam Raimi en la trilogía cinematográfica The Evil Dead. Comedia de humor negro, producida y dirigida por los integrantes del equipo de aquella primera Posesión Infernal, esta disparatada serie se convierte en la apuesta más gamberra, donde el gore está más que justificado y el ritmo es trepidante gracias a la banda sonora, con el Space Truckin' de Deep Purple como hilo conductor de estos dos primeros episodios. La serie fue estrenada en Estados Unidos precisamente el 31 de octubre de hace un año con éxito de público y crítica.

Radiografía del terror actual.
Pero el contenido estrella de la primera jornada será la proyección de Midnight, Texas (SyFy), en preestreno absoluto y bajo estrictas -y bastante pueriles- medidas de seguridad, ya que llegará a los hogares de Estados Unidos a principios de 2017 y sólo se ha visto antes en la Comic-Con de Nueva York. Perderse en el universo de criaturas que propone Charlaine Harris es como desanclarse de las últimas temporadas de True Blood, donde el carnaval de especímenes dejó a los fans y a los seguidores del vampiro un tanto desalentados. El imponente Peter Mensah como el vampiro Lemuel Bridger abre la puerta a una primera oportunidad para esta serie, que quedaría desdibujada si los siguientes capítulos no consiguen remontar esa desazón inicial. 

El evento contó con dos invitados muy especiales.
Además, el canal organiza, en colaboración con ALMA guionistas y la revista Scifiworld, una mesa redonda el domingo 30 de octubre a las 18:30h para analizar el pasado, presente y futuro del terror. Moderada por el escritor e historiador cinematográfico Rubén Higueras (Scifiworld y Festival Nocturna) con los ponentes Mike Hostench (Festival de Sitges), el guionista David Muñoz (La posesión de Emma Evans) y el actor Javier Botet (El renacido). Patricia Silva de AMC Networks International Iberia y Manuel Aldana de Movistar+ abrirán la mesa-debate con las propuestas del nuevo canal. En palabras de este último, “el contenido responde a un target muy fiel, casi es un canal nicho. La apuesta por AMC es segura y permite acercarse a este tipo de público. Por su parte, Patricia Silva señaló que “el género de terror es muy adictivo: nos hemos vuelto locos con este canal, que nace a partir de las 6 h., 6 m., 6 s. del 31 de octubre. Encontraremos cine y series, los grandes clásicos del cine de terror y muchos otros títulos difíciles de adquirir en los circuitos comerciales actuales, glorificados títulos de serie B y otros rabiosamente modernos con los que os lo vais a pasar de miedo”. De entre las películas de vampiros favoritas de algunos de los invitados, Mike Hostench solo comentó una anécdota, surgida durante una cena informal, sobre la posibilidad de rodar un film de vampiros en Guantánamo, Javier Botet se decantó por los dos Nosferatus (Murnau y Herzog) y Nightbreed fue la elegida por el guionista David Muñoz.

Abducidos por el canal Dark.
Por último, los más nostálgicos disfrutarán de un visionado imprescindible: Once More, With Feeling, el episodio musical de Buffy, Cazavampiros, considerado "uno de los capítulos más originales e imaginativos de las últimas décadas, con guión de calidad y nivel de integración con la trama de la serie” (aunque la voz de Sarah Michelle Gellar deja bastante que desear, la verdad), y que se completará con un coloquio sobre su creador, Joss Whedon, y la televisión.

*El Festival de Series es un evento organizado por la plataforma de televisión Movistar + en colaboración con el Ayuntamiento de Madrid y los canales que prestan servicio en las distintas modalidades de pago. Se desarrolla los días 28, 29 y 30 de octubre en la Estación de Chamartín.





© Fuera de Contexto, 2016.






28/9/16

Drácula ilustrado

Luis Scafati es un ilustrador nacido en Argentina cuyo estilo reúne la utilización de varias técnicas como el grabado y la litografía (Don Quijote) o la acuarela. De 2007 es su visión de Drácula, con textos y dibujos propios, editado por El Zorro Rojo y que supone "una incursión por parajes inhóspitos y habitaciones cerradas donde la vida y la muerte se devoran salvajemente".

La sutileza del trazo vs el horror del vampiro.
El libro recoge unas cincuenta estampas inspiradas en la novela del irlandés y en el ambiente que se respira en la literatura de vampiros, con un estilo muy peculiar que, sin duda, no dejará a nadie indiferente (hay un cierto regusto a expresionismo alemán y, personalísimo, oscuro art déco). En palabras de Ignacio Portela, "el Conde retrasa su aparición, y esa ausencia potencia una atmósfera sórdida, tenebrosa".

Hasta hace algunos años agotado, hoy puede encontrarse en cualquier librería y formar parte de los estantes de vampirófilos o, sencillamente, amantes del arte.


14/9/16

Christopher Walken, Gran Premio Honorífico en Sitges 2016

Peina, el vampiro que lee a William Burroughs.
El actor neoyorquino compartirá galardón con el sueco Max von Sydow durante la 49ª edición del Festival Internacional de Cine Fantástico de Cataluña. De todos es sabido que Walken nos interesa especialmente por su papel en la tantas veces recomendada The Addiction, de Abel Ferrara, en la que interpreta a Peina, un vampiro rehabilitado que casi ha conseguido doblegar su adicción por la sangre y que destaca por sus inquietudes filosóficas y su recorrido intelectual.

Desde Proyecto Brainstorm, última película del director y pionero de los efectos especiales Douglas Trumbull, donde da vida al doctor Michael Brace, a la adaptación cinematográfica de la novela de Stephen King, La zona muerta, Walken ha trabajado con Tim Burton en Sleepy Hollow y en otros films como The Funeral (también a las órdenes de Ferrara), Communion o Seven Psychopaths, por nombrar sólo algunos.


También habrá vampiros, cómo no, en su cita anual con el fantástico y el cine de terror. En unos casos, reinterpretados, como en el debut de Michael O'Shea con The Transfiguration, última sensación en Cannes, y reincidentes, en otros, como Salvation, de Denise Castro, quien ya presentara su cortometraje Vamp el año pasado.

Como siempre, podéis consultar toda la programación del festival en su página web.



© Fuera de Contexto, 2016.

15/6/16

Amado Monstruo

Edición francesa de El Vampiro.
Hoy se cumplen 200 años desde que la Villa Diodati acogiera entre sus muros el nacimiento de dos de las historias de terror más influyentes de la literatura gótica: Frankenstein, de Mary Shelley, y El vampiro, de J. W. Polidori, germen del vampiro romántico que ha llegado a nuestros días. Se dice que Polidori basó su relato en una pequeña historia escrita por Lord Byron, inacabada, y que posteriormente se publicaría en una colección de poemas ("The Burial: A Fragment": Mazeppa, 1819). Jean Marigny, en Le réveil des vampires, apunta a que "el personaje de Drácula, tal y como lo imaginó Stoker, no habría visto jamás la luz de no haber tenido como precursor a Lord Ruthven. [...]. De resultas de una especie de apuesta, Byron inicia la redacción de una novela cuyo héroe, Darvell, es un vampiro. La obra jamás será concluida. Sin embargo, Byron revela la trama a Polidori, su secretario y médico personal. [...]. Mientras el romanticismo negro se apodera de las artes gráficas, Polidori introduce el vampiro en la literatura en prosa".

A pesar de todo, como atestigua la portada de la edición francesa, la obra será atribuida a Byron. El vampiro se publica en abril de 1819 en el New Monthly Magazine, cuyo director atribuye fraudulentamente la autoría a Byron. "Este ilustre patronazgo del que renegó el desafortunado Polidori -continúa Jean Marigny-, acorralado por las deudas, valdrá a esta narración todas las reediciones, las traducciones al francés y la adaptación al teatro realizada por Nodier en 1820 y por Alejandro Dumas en 1852".

La argucia editorial que, sin embargo, salió rana.
Los amantes del gótico pueden estar de enhorabuena, porque gracias a aquella especie de cadáver exquisito o brainstorming fantasmagórico inspirado por la escritura automática y, muy probablemente, por el consumo de laúdano y otras sustancias, contamos con dos referentes en torno a los cuales se ha construido toda la literatura de terror postmoderna y, de manera menos favorable, el pensamiento político posterior, con las teorías del superhombre y la alienación . "Muchas y largas fueron las conversaciones entre Lord Byron y Percy -según cuenta Mary Shelley en su prefacio a Frankenstein-, de las que fui oyente fervorosa aunque casi muda. En el curso de una de ellas, discutieron diversas doctrinas filosóficas, entre otras la naturaleza del principio vital y la posibilidad de que se llegase a descubrir tal principio y conferirlo a la materia inerte. [...]. Cuando apoyé la cabeza sobre la almohada, no podía dormir: vi el horrendo fantasma de un hombre tendido, y luego, por obra de algún ingenio poderoso, le vi manifestar signos de vida y agitarse con movimiento torpe y medio en vida". Sin embargo, será el diario de J.W. Polidori el que refleje, en palabras de Jacobo Fitz en su prólogo a El vampiro (recopilación de cuentos realizada por Siruela en 2002), con mayor cercanía, el clima mental que bulle en Diodati durante la velada.

Además, con motivo del bicentenario de aquellos días memorables para la literatura fantástica y de terror, el Espacio Fundación Telefónica conmemora con una exposición que lleva por título "Terror en el Laboratorio: De Frankenstein al Doctor Moreau" una jornada plagada de relatos, música y poesía, con especial atención a los experimentos científicos y las creaciones arquetípicas del siglo XIX, así como las derivas iconográficas de Frankenstein y otros seres como Mr. Hyde o el Hombre invisible. La muestra, comisariada por Miguel A. delgado y María Santoyo, podrá visitarse en Madrid hasta el 16 de octubre y cuenta con una parte del patrimonio cinematográfico de la Filmoteca Española, piezas de los Museos Complutenses y varias colecciones privadas como la de Sara Torres, Jesús Palacios, Daniel Aguilar o Luciano Berriatua que recrean los clásicos de la literatura del siglo XIX. 

El vampiro, ¿creador o creatura?
La muestra analiza los antecedentes reales "que van más allá de la propia historia literaria y el contexto que los rodeaba a finales del XIX. Un contexto en el que se parte del laboratorio como lugar de creación donde el científico, enajenado, juega a ser Dios con resultados terroríficos encarnados en una criatura antropomorfa que puede ser un monstruo, su doble o un autómata", pero dejando de lado al vampiro, cuya presencia fue más que notable durante la velada a orillas del lago Leman. Porque debemos recordar que el monstruo, el drama existencial recurrente entre creador y criatura, más allá del envoltorio terrorífico o del filón económico que tan bien supo aprovechar Hammer Films con toda su factoría freak, es un reflejo del ser humano, de sus pasiones más ocultas, de sus instintos, del preconsciente que subrayaba Freud, pero también del consciente que observa al otro, que ve en el otro aquello que, en ocasiones, se ve obligado a reprimir. "El cuento de Polidori es de una importancia capital en la historia de los vampiros en la literatura, pues da a conocer a este personaje al gran público y crea el modelo del vampiro aristócrata, dominante a la par que seductor, que tiene en el Drácula de Stoker uno de sus ejemplos más ilustres", como concluye Jean Marigny.

Con ese Amado Monstruo que abre nuestra entrada, Roman Gubern escribía para la mítica revista del grupo francés Hachette, Fantastic Magazine, una glosa dedicada al vampiro con motivo del estreno en las pantallas españolas del Drácula rubricado por Francis Ford Coppola, que reproducimos a continuación:
"El vampiro siempre nos ha fascinado, sobre todo como mito erótico, con el mordisco-coito que hace que sus caninos fálicos penetren la carne de bellas mujeres y las desfloren con el rojo de la sangre. Nuestro estremecimiento es más de placer que de miedo. Siguiendo literalmente a Bram Stoker y a Murnau, Polanski nos recordó -con ironía- que los vampiros masculinos también pueden buscar presas masculinas, en una época feliz en que el sida todavía no había irrumpido. Todo esto nos lo estropeó un poco Werner Herzog, cuando se empeñó en demostrarnos que el vampiro es una tristísima víctima existencial, condenada a vivir por toda la eternidad. Y ahora un docto neurólogo nos amenaza con probar que su mordisco deriva de las epidemias de rabia de la Edad Media. Nuestro gozo erótico en un pozo".
El neurólogo al que Gubern hace referencia en las últimas líneas no es otro que el doctor Juan Gómez Alonso, quien ya publicase una tesis inédita sobre el vampirismo titulada "Rabia y vampirismo en la Europa de los siglos XVIII y XIX", y que daría lugar a un trabajo posterior editado por Neuropress: Los vampiros a la luz de la Medicina. Como vemos, las posibilidades de experimentación en este particular laboratorio de ideas son infinitas.



© Fuera de Contexto, 2016.
© Marigny, J.: El despertar de los vampiros. Ediciones B, 1999.
© Roman Gubern, 1992.


3/6/16

Celebratum

Fotograma de la película Vampiros de John Carpenter.
Aunque el film Vampires (John Carpenter, 1999) no sea del agrado de muchos amantes del género, la frase que aparece en el retrato de Valek encontrado por el padre Guiteau anticipa lo que constituye uno de los atractivos de la tercera temporada de la serie Penny Dreadful. Si aún no has visto los episodios precedentes, hasta aquí tu lectura (spoiler). En caso contrario, por favor continúa.

Y es que, abrumados por los acontecimientos que dejaron exangües a sus protagonistas -no en sentido literal, dado que el vampiro tiene menor presencia en la segunda entrega-, por fin aparece el Conde Drácula, la nueva amenaza que se apodera del Londres victoriano en un momento en el que, también, con sus respectivas licencias, coincidirán el doctor Henry Jekyll y su colega Víctor Frankenstein, entre otros personajes.

Samuel Barnett, como Renfield.
Basándonos en la intermedialidad del primer capítulo, podemos situar la acción en octubre de 1892, año en que fallece el poeta Alfred Tennyson y a quien Vanessa Ives cita en una carta dirigida a Sir Malcom: "Beat, happy stars, timing with things below […]. Let all be well, be well”, con versos de su poema Maud. Asimismo, un segundo Renfield -éste mucho más cercano al personaje que conocemos, a pesar de que Fenton desempeñó el mismo papel durante los primeros episodios- y la figura del siervo hacen su aparición en el primer episodio (el pequeño que vende bandas negras en señal de duelo por la muerte de Tennyson y su acompañante, por ejemplo) y ya no queda duda de que la influencia de Stoker y su novela estará presente durante la tercera temporada. La terapista de Vanessa Ives, la doctora Seward no es otra que una más que probable reencarnación de Joan Clayton, la bruja maestra y mentora de Ives en las artes oscuras.

Pasen, vean, disfruten y celebren su vuelta.


29/4/16

La sangre que sabe a Cuba

La Quinta del Sordo es un espacio multidisciplinar donde todos aquellos creadores que lo deseen pueden intercambiar impresiones sobre su trabajo y compartir su actividad con otros artistas. El próximo 3 de mayo proyectará una de las películas de culto con más solera en esto de los dibujos animados sobre la impronta de Drácula: Vampiros en La Habana (Juan Padrón, 1985). Junto a ella, podrá verse una muestra de algunos de los trabajos de ilustración del creador de Elpidio Valdés.

No es la primera vez que el artista cubano expone material original para la película, con acetatos y acuarelas utilizadas en la animación de esta peculiar historia sobre gánsters-vampiro, tal como hiciera en Casa de América en 2009 con los bocetos y fondos que componen esta divertida lucha de dos bandas rivales enfrentadas por conseguir una fórmula que les permita sobrevivir a la luz del Sol.

Además, el mismo Juan Padrón será el encargado de presentar el film a los asistentes.

31/3/16

Pigritia (I)

Cuatro son los vicios irascibles que, según Evagrio Póntico y otros, conforman la lista de pecados capitales, entre ellos, la pereza. A cada cual le corresponde una virtud a la par que un demonio; a la pereza, la diligencia, o "capacidad y esmero para ejecutar algo, cumplir con los compromisos y poner entusiasmo en las acciones que se realizan", pero también Belfegor "que tienta a los jóvenes a través de inventos ingeniosos y que, supuestamente, les proporcionarán riqueza". Dante la sitúa en la cuarta grada del Purgatorio, donde moran las almas de aquéllos que pecaron por descuido, en una de las secciones más cortas de su Divina Comedia, y en el quinto círculo del Infierno, que acoge a los iracundos que se despedazan a mordiscos.

Sea como fuere, en esto del periodismo también hay que contrarrestar los efectos de quienes fueron tocados de alguna forma con esos ocho vicios malvados de los que hablaba el monje iboriano. Y así, a la espera de conocer la predisposición de editoriales, autores, desarrolladores y gamers -inédita hasta la fecha- para dar cuenta de sus creaciones y lanzamientos, iniciamos nuestra particular crítica sobre dos novedades que ya anunciábamos en nuestro canal de Youtube. La primera, que puede consultarse aquí, se refiere al juego Noches de Sangre, sobre el que no vamos a extendernos en el presente artículo.

Julio Olivares y Enara de la Peña conversan juntos en el Café Jaén.
La segunda, publicada el pasado mes de enero y presentada un mes después en el Café Jaén, se trata de Amapola de Sangre (Escarlata Ediciones), primera novela de la donostiarra Enara de la Peña. Nacida en San Sebastián, su vocación por las letras ha transcendido a la ficción, además de haber participado en distintas antologías de relatos y de ser una de las fundadoras del grupo literario Novelados. En palabras de su autora, Amapola de Sangre "no es la historia sobre Ariadna en su época universitaria, sino lo que ocurre después de licenciarse, cuando viaja a San Sebastián y descubre un nuevo mundo sobrenatural donde la verdad finalmente es revelada". El profesor Julio Olivares Merino, a quien recordaréis por su intervención en la II Semana Gótica de Madrid con aquello de la heredad y el Nosferatu no proyectado, y encargado de presentar el libro, consideraba ya  "el prólogo como un señuelo para atraer a la lectura", clara estrategia de márketing para introducirnos en una historia que no convence -al menos a priori-, y cuyas primeras páginas pueden consultarse desde la web de la editorial. Muchos coinciden en que no han podido conectar con el personaje de Ariadna, imbuidos quizá por la nueva literatura para adolescentes que abandera Stephenie Meyer, a pesar de que, por su contenido, se trata de una novela con alto contenido erótico y de que Julio Olivares dejara clara su postura -compartida- acerca de esta nueva y "deleznable contextualización postmoderna del vampiro". 

Portada de Nuestros vampiros. Nosotros.
La norteamericana Nina Auerbach, co-editora de una de las mejores ediciones comentadas del Drácula de Stoker, en su ensayo Our vampires, ourselves (1995), "instaura la idea de que el vampiro es un ente más que vive entre nosotros y da pie al discurso que nos proponen sagas como Crepúsculo o la serie True Blood: justamente en este contexto aparece el libro de Enara de la Peña". Es en esta aproximación crítica al vampirismo de Auerbach donde puede leerse que "todos conocemos a Drácula, o pensamos que lo hacemos, pero hay muchos otros dráculas". Así, algunos lectores señalan que Amapola de Sangre es una "lectura entretenida pero, sin embargo, no me terminó de atrapar y al final ha pasado de puntillas sin hacer apenas ruido [...] me encontré con el problema de que no terminaba de creerme a los personajes; eché de menos que se profundizará más en sus personalidades y todo lo que pude ver me pareció superficial y no me permitió conectar con ellos; los giros abruptos tampoco ayudaron mucho", o que "el problema que ha tenido el libro es que yo esperaba que no fuera un libro erótico ya que ni en la página ni en la sinopsis se dice nada [...] yo y el género erótico nos llevamos fatal y creo que es un punto de tantos por lo que no me ha gustado nada el libro [...] se me hizo demasiado pesado y eso demuestra que no estaba disfrutando absolutamente nada de la lectura". Sin embargo, para el profesor Olivares, "la novela destaca por el uso de los diálogos y el pasaje descriptivo [...]. Trata sobre el hambre, sobre el apetito, sobre una antiheroína que es Ariadna [...]. Toda la cultura popular se refleja perfectamente aquí: series, juegos de rol, etc. Amapola de Sangre es un pretexto para contar un mensaje iniciático, tal y como lo fue Alicia en el país de las maravillas en su momento: cómo esa chica trata de encontrar su sitio a través de los sentimientos y de aquellas personas que rozan con ella existencialmente". 

También "hay mucho de novela de aprendizaje y de disfrute sensorial; refleja muchas de las cuestiones autobiográficas de Enara", prosigue, y "el vampiro ya no es el otro, el monstruo que viene de fuera, sino el monstruo que emana de nosotros mismos. [...]. A finales del siglo XX el mal entra directamente en nuestra sociedad y la habita, y se convierte en aquéllo que todos tratamos de reprimir y de ocultar. [...]. Se produce una conversión, plasmada en los discursos postmodernistas de Ann Rice o en el Salem's Lot de Stephen King como traslación del mito a Nueva Inglaterra en aras de familiarizarlo, por ejemplo: es el vampiro quien desde el propio yo toma protagonismo para contar su propia historia". No obstante, hasta que no leamos el libro al completo no podremos opinar de la obra en su totalidad ni conocer las impresiones de la autora, sus referentes más cercanos, las inquietudes que la llevaron a escribir una primera parte, Memorias de Sangre, protogénesis de la nueva Ariadna, cuestiones éstas que quedan en suspenso a la espera de que el vicio de aquesta accidia quede resuelto y tome parte.




© Fuera de Contexto, 2016.
© Escarlata Ediciones, 2016.
© Café Jaén, 2016.