3/11/14

El vampiro y lo oscuro

... nuevamente se dieron cita en la Semana Gótica de Madrid 2014 y en el Ciclo Oscuro organizado por Spectroradio. Durante la celebración de este último, pudimos asistir a la conferencia "El festival de los muertos: cuando los difuntos pasean entre nosotros", a cargo de Javier Arries, Licenciado en Ciencias Físicas y autor, entre otros, de Vampiros. Bestiario de ultratumba (Ed. Zenith, 2007), que reseñábamos hace unos meses.

Javier Arries, durante su intervención.
Con el Día de los Muertos, tan popular en México, y Halloween como telón de fondo, asistimos a una interesante charla sobre las distintas tradiciones que han precedido a lo que hoy sigue marcando el fin del verano para dar comienzo a la estación oscura y el antiquísimo Año Nuevo Celta: desde el ritual de Bloody Mary, pasando por Jack-o-Lantern o la Snap Apple Night, hasta la impronta que la cultura latina ha dejado en nuestros días. Se echó en falta, sin embargo, una exposición más detallada sobre la figura del vampiro en México, de la que Arries es buen conocedor, o en los Estados Unidos, herederos del famoso trick or treat que se gestó en las islas durante la Edad Media, con una escueta mención al tlahuelpuchi azteca o al caso de la joven Mercy Brown. Sin turno de preguntas -se proyectaba a continuación la película El vampiro, de Fernando Méndez (1957)-, y quizá por los minutos de retraso con que había comenzado el evento, quedaron en el tintero, por ejemplo, la leyenda de la Tía Nati y su presunta relación con la bruja-vampiro (para muchos, encontrarse con ella era similar a los síntomas de enfermedad y flaqueza que presentaban los afectados de vampirismo), o la de la interesantísima vagina dentata, presente en la cultura del México prehispánico.

En uno de los actos que sirvieron para clausurar la VI Semana Gótica de Madrid, tuvo lugar el Teatrífico Música para vampiros, un espectáculo de narración oral en el que se mezclan "la intensidad, la sensualidad y la seductora aura maldita de estos seres de la noche", de la mano de la actriz Emma López. Fue tal vez la falta de intensidad lo que falló en el espectáculo, donde la frivolidad del monólogo intentaba abrirse paso por entre la narración, digámoslo así, más poética y por el más completo absurdo. Destacó, a nuestro juicio, una selección de microrrelatos comprendida por un guiño a Antonio Muñoz Molina, algunos otros de creación propia pero sin solución de continuidad (La grandeza de Omelas (sic), las desventuras de Menudo y Manzanas, y una desapercibida tercera historia sobre Gilles de Rais) que pretendieron introducir "el horror del vampiro" y que, en su conjunto, hicieron aguas. Les seguiría El cangrejo, tan breve e insípido como su exposición, y Preliminares como colofón.

En un intento por sacar al vampiro que llevamos dentro, Emma López se perdió contando historias; aquellas que propuso, por ejemplo, se quedaron ahí. La música sólo hizo acto de presencia de una forma somera, asincrónica, improcedente. Insultante. Jugó bien con los tiempos, las pausas, pero abusó de la frivolización del vampiro, convirtiendo puerilmente al Conde Drácula en un personaje ridiculizado. No fue capaz de mantener una tensión acorde con el terreno por el que quería hacernos transitar y la actuación se fue apagando poco a poco, lejos de un buen comienzo -el atractivo regusto de la primera historia- que pareció enganchar al público, demasiado benevolente y entregado, pero poco juicioso. Esta música para vampiros adoleció de esa melodía hipnótica tan genuina en los seres de ultratumba. Apetecible. Tentadora. Se agotó, sin más, dejando un poso de decepción.




© Fuera de Contexto, 2014.


30/9/14

It's coming...

El próximo viernes 10 de octubre llega a los cines norteamericanos Dracula, Untold (Gary Shore, 2014), después de haber pasado por más de treinta países y por ciertas vicisitudes antes de su estreno. En España, sin embargo, tendremos que esperar hasta el 24 de octubre para desgranar una trama que se da de bruces contra el personaje histórico, si bien éste todavía suscita un enorme interés entre los investigadores. 


El cine, como arte, está hecho para el deleite del espectador, para agudizar su visión crítica y fomentar su sentido de la realidad; también lo está para el disfrute de sus creadores y de todos aquellos que participan de la película como producto acabado -o inacabado, esto es, la obra artística que se somete a múltiples lecturas e interpretaciones-. No es, por ello, nuestra intención masacrar un film que se anuncia como revelador de los orígenes del mito, sino advertir al espectador de que lo que va a encontrar es pura ficción, con alguna que otra sorpresa y magníficos efectos especiales.  Sirva como ejemplo el telefilm Dark Prince: The True Story of Dracula (Joe Chappelle, 2000), si lo que se quiere es una aproximación más fidedigna al personaje de Vlad Draculea, y contrástense ambas versiones tras su visionado. A buen seguro que el entretenimiento va a estar más que garantizado.


© Fuera de Contexto, 2014


25/8/14

Esos otros vampiros...

Cartel francés del Drácula de Browning
Nunca ha sido objeto de este blog, ni lo será, polemizar acerca de cuestiones políticas, empresariales o de índole similar. Pero, aun así, no queremos pasar por alto la actitud y el trato que ciertos medios o, mejor dicho, ciertas personas que trabajan en determinados medios, mantienen con respecto a esta nueva forma de comunicar. En el país de los ciegos, el tuerto es rey. Parece ser que, en ese reino de incompetencia e incompetentes, resulta incluso divertido medir con la misma vara a quienes se ganan el puesto día tras día con trabajo de calidad, con información, con pura anécdota, con investigación, con historias bien documentadas y, sobre todo, con el entusiasmo, la preparación y el aval de lo que nosotros, como muchos, consideramos ser un buen profesional.

No sería la primera vez que, altivos y altaneros, éstos que presumen de saber más que nadie, intentan vetar o desacreditar a un medio por el mero hecho de presentarse bajo la etiqueta de blog. Detrás de una ventana como es ésta, por ejemplo, no sólo se dan cita amas de casa o personajes aburridos, o aficionados a éste o aquel arte, o estudiantes, o amargados, o escritores en ciernes, o simplemente personas con historias, sino también un nutrido grupo de profesionales que utilizan el blog como medio de expresión, y como tal, necesitan ofrecer sus contenidos con el nivel de calidad que se espera de un medio informativo, o de comunicación, o como lo quieran llamar. Y es una exigencia propia e impuesta por uno mismo, esto es, un reclamo profesional.

Drácula, de John Badham (1979)
Esta semana hemos asistido, con la lividez propia de la víctima de un vampiro, pero impávidos e impertérritos ante semejante atropello, a la respuesta cliché de uno de estos ciegos que no consideran al blog como una 'web profesional' y se limitan a subestimar nuestro trabajo por querer incluirlo en aquel batiburrillo de escritores noveles al que antes hacíamos alusión. No vamos a hacer ahora ostentación de unos conocimientos, que por supuesto tenemos, ni de una formación académica a nuestras espaldas, que también tenemos, ni de una experiencia probada que, obviamente, hasta un ciego puede apreciar con el miramiento debido, ya que para ello existe un apartado específico en este blog que cualquiera puede consultar. Pero tampoco vamos a tolerar ninguna falta de respeto ni minimización de nuestro trabajo, venga de donde venga.

Es lamentable que una empresa como Universal, cuna de tantas y tan buenas películas -entre ellas, de nuestro queridísimo Conde Drácula- sólo invite a su fiesta a los que, siempre según el ciego súbdito del rey tuerto, trabajen en 'webs profesionales', como si todo lo demás quedara fuera de su barómetro de celuloide y reservado a una especie de club de amigos que se reúnen para departir sobre sus respectivos blogs. Muchos han acudido a Fuera de Contexto para promocionar su material, algunos incluso bajo condiciones de subordinación ridículas y regalos absurdos -hablen bien de nosotros o les vetamos-, y todos han salido por la misma puerta. Desde aquí, lo anunciamos categóricamente: no vamos a seguirles el juego, ni a unos ni a otros. Porque, evidentemente, no somos ningún club.

Drácula, la nueva serie de Universal Channel
Upimedia es la agencia que distribuye materiales de prensa para todas las películas de Universal Pictures, con el beneplácito de Universal Spain. Antes lo hacía Getty Images, Inc. mediante su website www.image.net (curiosamente, ellos nos han acreditado en otros trabajos, ¿será que el ciego pudo ver alguna vez?). Por tanto, todo aquel -profesional del medio, se entiende, que no sucumba a su vara de medir- que solicite el acceso a imágenes, convocatorias y dossieres de prensa, pases especiales, teasers, etc. debe registrarse previamente, bajo la advertencia -y el subrayado es nuestro- de que los bloggers y demás especímenes en torno a este extraño medio no serán considerados por su consejo de sabios (perdón, de ciegos). ¿Qué pasaría si por este laxo razonamiento nuestro amado Conde fuera rechazado y rebajado a la categoría de un 'vampiro' crepuscular? ¿Siglos de existencia para que ahora un neófito lo excluyera de su lista? 

Como quiera que esta entrada pretende servir de ejemplo a las vicisitudes con las que los profesionales de la información tenemos que lidiar día tras día en el ejercicio de nuestras funciones (sería de mal gusto escribir todo esto en mayúsculas, para que algunos lo entendieran, aunque tal vez el braille ayude a dilucidar el significado de esta crítica constructiva), recordamos, ya metidos en harina, algunas de las portadas de nuestro vampiro favorito, bajo el sello de una de las grandes, la Universal, que, sin embargo, se empequeñece por el comportamiento de una parte de su séquito ignorante y por el cual no nos sentimos en absoluto honrados, pero tampoco víctimas de su discriminación mediática.

Si el mismísimo Conde Drácula levantara la cabeza... 


© Fuera de Contexto, 2014.
© Photo: Universal Studios/Universal Channel

17/8/14

Renovarse o morir (II)

Como ya hiciéramos en su momento con nuestra crítica a Blade 2, utilizamos el mismo título de la entrada para informaros de las últimas novedades con respecto al nuevo diseño de la página. Se ha optado por una distribución de los elementos sencilla, haciendo hincapié en la barra lateral izquierda, donde se puede encontrar la descripción del blog, los permisos de utilización, categorías, archivo de entradas y buscador. 

Fuera de Contexto se renueva en la forma, pero no en el fondo, fiel a sus contenidos
Además de los botones que se encuentran al final de cada entrada y el de la suscripción por correo electrónico, se han añadido seis módulos nuevos: las actualizaciones en Twitter, que normalmente ya están sincronizadas con cada nueva entrada que publicamos, aunque no siempre es así y gustamos de lanzar alguna que otra noticia en las redes; el botón de retweet, con el que puedes recomendar el blog en general (cada entrada tiene un botón específico para este cometido); el botón de Google+ para obtener vuestro feedback; el botón para compartir en Facebook y nuevamente en Twitter, si no lo hicistéis desde la entrada principal; y, por último, el traductor que nos proporciona Blogger para aquellos que nos leen desde otros puntos del planeta, que son muchos, y lo sabemos.

Así, primando la calidad de los contenidos para hacerlos mucho más atractivos, hemos aumentado el ancho de página y los botones de participación, para que podáis hacernos llegar vuestras sugerencias, compartir y recomendar Fuera de Contexto en las redes sociales y en vuestros círculos (profesionales o no). Desde aquí, queremos dar las gracias a todos por el seguimiento que hacéis de este proyecto y os animamos a que continueis utilizando las diferentes vías de participación que proponemos.

FC, @TheOuttaContext

8/7/14

Vampiros: Bestiario de Ultratumba

Portada de la nueva edición de Vampiros
Coincidiendo con el número de Julio de 2014 (Año XX, nº224), la revista Enigmas publicaba conjuntamente la reedición del libro de Javier Arries, Vampiros. Bestiario de ultratumba (Zenith, 2007). A pesar de los años, esta obra-ensayo ya forma parte de las estanterías de cualquier investigador y aficionado a la temática vampírica, junto con novedades como Drácula Superstar, de Julio Pérez Manzanares, o Terence Fisher (Cátedra, 2013) , de Joaquín ValletEn la era de las nuevas tecnologías, es frecuente encontrar abundante información acerca de casi cualquier tema, no menos interesante que la figura del vampiro. Sin embargo, la búsqueda de fuentes y de recursos necesarios a la hora de estructurar esa información es una tarea que exige compromiso y dedicación. El libro de Javier Arries es una obra que se agradece, por cuanto no existe una literatura tan extensa sobre upirología cuyos planteamientos nos acerquen al fenómeno de una manera concisa y plagada de ejemplos.

Lejos de centrarse exclusivamente en el vampiro literario y cinematográfico que todos conocemos, Vampiros: Bestiario de ultratumba ofrece un recorrido geográfico por las diferentes tradiciones en torno a esta criatura, resultado del imaginario colectivo, mitad ficción, mitad folclore. No en vano, los primeros capítulos abordan los orígenes del vampiro desde la cuna hasta su rápida expansión europea, favorecida por las leyendas e incluso por la aparición de casos inexplicables para la ciencia de la época. Así, la presencia del mito se hace evidente en Asia y el Pacífico, América, África y Europa, donde se recoge un mayor número de testimonios, y el autor nos ofrece una perspectiva antropológica, para continuar con una disección del personaje en su faceta más literaria, sociológica e incluso médica.

Los siguientes capítulos se permiten ciertas licencias que juegan con la frivolidad a la que siempre se ha prestado el personaje de Drácula: desde el kit del cazador de vampiros, hasta la incursión en escena de diferentes grupúsculos góticos, sociedades vampíricas y todo un compendio de marketing en torno a él (videojuegos, literatura de mayor o menor calidad, arte, cine o internet). Si bien cabría esperar que un libro de estas características trajera a colación las biografías de Vlad Dracul o Elizabeth Báthory, por ejemplo, no es menos cierto que casos de asesinos en serie o simples aficionados a la sangre ilustran de manera acertada la contemporaneidad del vampiro en nuestros días y el punto de partida hacia una reflexión mucho más profunda: la existencia o no de criaturas de ultratumba frente a esos otros entes reales que, en mayor o menor medida, se hacen eco de su herencia.

Vampiros es, por tanto, una obra bien documentada que, por supuesto, bebe de numerosas fuentes ya conocidas y manejadas por otros investigadores, pero que, no obstante, se convierte en obra de referencia para quienes quieran conocer al vampiro desde un punto de vista serio y ameno al mismo tiempo.

© Fuera de Contexto, 2014.

19/5/14

The Bleeding

No se confundan con el largometraje de serie B, The Bleeding, protagonizado por Vinnie Jones, Michael Madsen y la desagradabilísima Kat Von D. En alusión, obviamente, a una sangría, hemorragia o pérdida de sangre, The Bleeding (2012) será una película de vampiros que acontece durante la Segunda Guerra Mundial, inspirada en un relato de William R. Trotter, The Bleeding of Hauptmann Gehlen, y dirigida por el alemán Josef Rusnak, donde una pequeña unidad de soldados destinada a los Balcanes deberá enfrentarse a un enemigo poco habitual y desconocido hasta entonces más allá de la superchería popular.

Mientras esperamos noticias sobre el rodaje, recomendamos echar un vistazo a la antología de relatos de terror The Darkest Thirst (DIG, 1998), en la que se incluye, además de otras quince historias cortas sobre los no-muertos, el relato de Trotter.

11/5/14

Curiosidades en la red

La firma de Stoker, objeto de estudio.
Ahora que mucha gente se lamenta por la pérdida de algunos canales TDT en España -no es misión de este blog desgranar el mapa televisivo actual, aunque sí recomendar otras alternativas a la programación que se nos intenta vender-, rescatamos un episodio emitido en Xplora dentro de la serie "La casa de empeños" (Pawn Stars, 2009). En esta ocasión, un cliente se acerca al establecimiento regentado por la familia Harrison para tasar una primera edición norteamericana de Dracula firmada por el mismísimo autor. Como siempre que sucede con algún ejemplar de dudosa factura, bien por sus connotaciones históricas o por el número de falsificaciones creadas para buscar negocio, Corey Harrison pide ayuda al experto en Documentoscopia Drew Max, para que examine la supuesta firma de Bram Stoker. Mediante argumentos muy poco sólidos y una metodología in situ bastante precaria, el asesor Max determina que se trata de un autógrafo auténtico.

Aunque no somos expertos gafrólogos, pero si contamos con amplios conocimientos en la materia, discrepamos claramente con tal aseveración. Existen documentos que prueban la autoría de las notas manuscritas de Stoker en subastas y otras fuentes bibliográficas reconocidas. Además, de tratarse de una falsificación, ni siquiera es de las mejores: la "B" de la inicial posee un trazo débil e inestable, además de una separación muy poco natural entre las líneas verticales (Drew Max se justifica diciendo que "antes del cambio de siglo, Stoker escribía la b mayúscula como si fuera una r", pero la primera edición norteamericana de Doubleday & McClure data de 1912 -año de la muerte del autor irlandés-, y el ejemplar está autografiado en septiembre de 1897). El espacio entre caracteres de la firma al completo guarda demasiada distancia y parece haberse escrito lentamente. Por otro lado, el paso del tiempo suele degradar la tinta, pero aquí se observa como si alguien hubiera intentado una mezcla de tinta diluida en agua para conseguir el efecto de antiguo, de ahí su tono amarronado.

Registro de Stoker como miembro de la Biblioteca de Londres
"No es el libro original: al parecer se escribió otro unos treinta o cuarenta años antes, pero no tuvo tanto éxito", señala el analista de documentos. No sabemos si se refiere a que no es la historia original (el vampiro literario, como sabemos, es anterior a la novela de Stoker) o a la primera edición europea que, sin duda, contaría con magnífica aceptación y, por eso, fue exportada a otros países, o incluso a que ni siquiera es la primera edición norteamericana, sino una falsificación posterior. En cualquier caso, hemos visto manuscritos originales de Stoker vendidos por 35.000 dólares, cuando este ejemplar de Drácula, sin haberse realizado las pruebas pertinentes, se tasa en unos 5.000 y se vende por algo menos de la mitad.

9/5/14

"La alegoría de Drácula es darle voz al diferente"

Se dice que fue Andy Warhol el precursor del término superstar allá por los años sesenta para iniciarnos en lo que algunos llaman la cultura pop. Y el conde Drácula no ha podido escapar a la seducción de un movimiento artístico cuya iconografía kitsch ha contribuido a perpetuar su impronta vampírica. Al menos, así se deduce del último libro del escritor segoviano Julio Pérez Manzanares, Drácula Superstar: Biografía cultural de un mito moderno (Corona Borealis, 2014), junto al que se dieron cita en la Fnac de Madrid el periodista Paco Tomás y Alaska, que escribe el prólogo.

De izda. a dcha: Paco Tomás, Julio Pérez y Alaska 
El libro presenta un recorrido que toma como punto de partida la figura de Bram Stoker y su novela más ambiciosa, Drácula, como detonante de un sentimiento reprimido que empieza a tomar forma en el marco de la sociedad victoriana de finales del siglo XIX y su imparable carrera hacia el mito: el vampiro, el otro, el diferente. "Hasta entonces -señala el autor- no existía una empatía hacia el monstruo, tal y como puede observarse en el Frankestein de James Whale, por ejemplo", que sufre, que siente, que anhela, como cualquier otro ser humano normal, y es "a su paso por la historia del siglo XX, como el terror muestra una evolución que invita al espectador a que participe y le guste". Esa evolución encuentra su reflejo en el devenir de las sociedades contemporáneas, testigos de dos guerras mundiales y de incipientes cambios en la consecución de derechos fundamentales. Como apunta Paco Tomás, "todos los colectivos perseguidos se han creado su propio monstruo, el vampiro tiene un componente de rebeldía que conecta con la juventud" llegando incluso a convertirse en "icono pop transmisor del SIDA o en el eterno joven", según distintas etapas.



No es de extrañar que, de entre las distintas interpretaciones y teorías que han surgido en torno al vampiro, el alegato homosexual se hiciera patente durante la presentación del libro. De hecho, hay más de un capítulo dedicado a la hipersexualidad del Conde en todas sus variantes, como cualquier conocedor del género sabe a estas alturas ("La inversión sexual": más allá del doble", "El liberado vampiro de los setenta" o "Jóvenes ocultos, andróginos y pandémicos"). Así, Alaska, por ejemplo, mencionó a David Bowie o el cine de Almodóvar como dos referentes vampíricos, mientras que el autor se decantó -acertadamente- por una opinión que siempre suscita debate entre los más puristas y los más frívolos: "No entiendo al vampiro de Crepúsculo". En esa línea, surge una amalgama de ideas y opiniones personales acerca de Andy Warhol como vampiro contemporáneo, de vampiros oportunistas -"Somos más de monstruos que de turbas", señalaron los ponentes-, de los grandes clásicos como el Nosferatu de Herzog, la interpretación de Lugosi y el Drácula de Coppola, o del tratamiento que se da al infante-vampiro dentro del género (el caso más representativo es el de Claudia, en Entrevista con el vampiro, aunque también se mencionó a Eddie Munster (niño-lobo) o a Rüdiger (de la saga El pequeño vampiro); sin embargo, se echó en falta a Martin, de George A. Romero (vampiro psicológico) o Seth Dove (The reflecting skin), este último como el niño frente al vampiro).

El autor, en un momento de la firma de ejemplares.
Para Julio Pérez Manzanares, "en los momentos de inestabilidad, necesitamos algo a lo que agarrarnos". Y así lo entiende también Alaska, cuando en el prólogo sostiene que "hoy en día podemos elegir ser el monstruo antes que el ciudadano de a pie [...] con una actitud desafiante ante la vida. [...] La evolución de los Dráculas de la ficción es la evolución del pensamiento en los últimos siglos". Más allá de lo puramente anecdótico -como la supuesta intoxicación de cangrejos, o de ostras, sufrida por Bram Stoker antes de escribir su novela-, con esta biografía cultural del Conde Drácula asistimos a la socialización del vampiro, a esa pérdida de aislamiento y de soledad, muy bien reflejada, por cierto, en Blade o en la serie True Blood (los vampiros viven organizados, en comunidad, con los excesos propios -y no tanto- de la condición humana), y el vampiro se convierte así en el modelo paradigmático utilizado "para explicar todo lo demás".

No en vano, la idea de asociar el vampirismo con todos los males de nuestra sociedad, la de su evolución a través de los siglos, no es nada nueva, como así lo puso de manifiesto Norbert Borrmann en su ensayo Vampirismo. El anhelo de la inmortalidad (Timun Mas, 1999), con el que este Drácula Superstar comparte ciertas concomitancias, muy recomendables por otra parte, que no deben obviarse y que sirven de complemento a la vasta literatura existente sobre el mito.


© Del texto y fotografías, Fuera de Contexto, 2014.
© Drácula Superstar, con guión de Jesús Palacios, para promocionar el ciclo de cine de vampiros Dientes Largos, de Calle 13.
© Drácula Superstar. Biografía cultural de un mito moderno. Corona Borealis, 2014.

9/1/14

Hasta siempre, maestro

El pasado 29 de diciembre un cáncer ponía fin a la vida del compositor polaco Wojciech Kilar en su casa de Katowice. Conocido y recordado por todos gracias a sus composiciones cinematográficas, Kilar fue uno de los artistas con mayor reconocimiento en su país, si bien no sería hasta el año 1992 cuando la Sociedad Americana de Compositores, Autores y Editores (ASCAP) le otorgó el premio a la mejor partitura por su Dracula en el film homónimo de Francis Ford Coppola.

Su música estuvo teñida de tintes neoclásicos, constructivistas y de vanguardia, siendo autor, además, de ballets y obras inspiradas en el folklore polaco y la música sacra. A finales de la década de los cincuenta, comenzó su incursión en el mundo del cine, trabajando para reputados directores como Andrzej Wajda, Krzysztof Kieslowski o Roman Polanski, y su impronta está presente en películas como La novena puerta (1994), La muerte y la doncella (2002) o La noche es nuestra (2007).