30/11/12

Enigmas y huellas del autor de Drácula

Edición crítica de Norton Pub.
Con este título se presentó en Madrid, el pasado jueves 29 de noviembre, la conferencia impartida por Antonio Ballesteros, profesor de Literatura y Doctor en Filología Inglesa por la Universidad Complutense, dentro del encuentro literario que cada año organiza la Semana Gótica de Madrid, actualmente en su cuarta edición.

Dado el espacio tan limitado que los organizadores dedicaron a cada una de las ponencias que tuvieron lugar en el Museo del Romanticismo de Madrid, de algo más de una hora de duración, poco o nada se pudo profundizar en la obra del autor irlandés, ni mucho menos situar el encuentro a la altura de una mesa redonda, tal y como figuraba en el programa oficial de las actividades. Aún así, podemos destacar algunas notas esenciales sobre el cometido de las palabras del profesor Ballesteros:

En primer lugar, centró su atención en las notas biográficas más características de Bram Stoker, en las que no haremos demasiado hincapié al tratarse de aspectos que ya hemos mencionado en este blog, citando, por ejemplo, los trabajos de Paul Murray (From the shadow of Dracula), Barbara Belford (A biography of the author of Dracula) o Dacre Stoker (descendiente de aquél), así como en la importancia de Irlanda en la génesis literaria de la novela (su entorno familiar y social, con mención a la Iglesia de Saint Michan's de Clontarf, en cuyo interior yacen cuerpos momificados que bien pudieron influir en la mente del Stoker niño, junto a los cuentos de terror que su madre le contaba antes de dormir). Su trabajo como crítico teatral en el Dublin Evening Mail, propiedad del también escritor de terror gótico Sheridan Le Fanu, le permitiría conocer al polifacético actor Henry Irving, de cuya relación surgieron numerosas teorías plasmadas luego en la interpretación de Drácula.

Antonio Ballesteros (izda), en un momento de la ponencia
Sobre esta misma relación con el actor inglés, cabe destacar la portada que Norton emplea para la edición crítica comentada de Nina Auerbach y David J. Skal, que se inspira en el personaje de Mefistófeles llevado a escena por Irving en 1886. A juicio del profesor Ballesteros, "la Historia y el binomio Stoker-Irving se erigen como unos de los componentes de reflexión cruciales para comprender la novela". Tanto es así, que algunas frases extraídas del original dan una idea del contexto socio-cultural que rodea al escritor y su influencia en el resultado final, tras un trabajo de seis años: This man belongs to me! (capítulo III, cuando el Conde sorprende a las tres vampiras chupando la sangre de Harker) o Your girls that you all love are mine already; and through them you and others shall yet be mine (capítulo XXIII, en que Drácula manifiesta su venganza a quienes pretenden darle caza, liderados por Van Helsing), podrían entenderse como meros prejuicios de la era victoriana con respecto a la mujer, de connotaciones sexuales o simplemente eróticas, e incluso más allá, como una referencia implícita a la ambigüedad sexual y a los juicios por homosexualidad a los que debió enfrentarse Oscar Wilde, pretendiente de Florence Balcombe, esposa de Stoker, y por los que fue condenado. Precisamente, la casa donde Wilde vivió con su mujer y sus dos hijos durante más de once años salió a la venta esta semana, en el barrio londinense de Chelsea, frecuentado por el propio Stoker y uno de los vecindarios más exclusivos de finales del siglo XIX.

Algunos de los cuerpos momificados en St. Michan's Church
En segundo lugar, entre las muchas fuentes que sirvieron de guía para la creación de Drácula, y de las que nos haremos eco en futuras entradas, Antonio Ballesteros señaló también a Ellen Terry, con quien se le presupuso una relación sentimental; el poeta inglés Alfred Thennyson o el mencionado Sheridan Le Fanu como inspiradores del personaje que dio lugar al Conde (muchos han observado, de igual forma, que Henry Irving pudo haberse convertido en el trasunto del vampiro tras la lectura dramatizada del primer borrador de la novela que Stoker hizo en su presencia, antes de publicarla); Whitby Abbey, fundamental en el desarrollo de la trama (de hecho, los 199 escalones que dan acceso a la vieja Abadía son el escenario perfecto para situar a una vampirizada Lucy y a su querida amiga Mina, luego de recorrer la hilera de casas adosadas y las calles semicirculares que la conducen hasta el banco donde parece acompañarla una figura de ojos rojos); o las notas manuscritas de Stoker, de gran valor literario a la hora de entender el proceso creativo de una de las obras más importantes del siglo XIX.

Los 199 escalones. Foto: Siandara, 2009
Finalmente, Ballesteros quiso resaltar que no existe ninguna documentación que acredite realmente a la sífilis terciaria como causa de la muerte del escritor irlandés, en contra de lo que sostienen algunos biógrafos, sino más bien que ésta se debió a un derrame cerebral precedido de sucesivos ataques. No obstante, y como ya hemos apuntado en anteriores reflexiones acerca del origen del mordisco en el cuello, existe, en realidad, una base científica que entronca con la moralidad de los escritores románticos. La sífilis, muy en boga durante el siglo XVIII pero sobre todo en el XIX, se manifiesta de forma primaria con síntomas genitales que fueron adornados posteriormente en la literatura: de hecho, el llamado clavo sifilítico, con forma de punción redondeada y bordes oscurecidos, como el mordisco del vampiro, se presenta en lugares como el cuello, las manos, el interior de los muslos e incluso las axilas. La víctima atacada por un vampiro -literario, en este caso- presenta síntomas muy similares a los de esta enfermedad de transmisión sexual, componente éste que también podemos encontrar en toda la literatura de vampiros (erotismo, sensualidad, sangre menstrual, erogeneidad, etc.). En contraposición a las publicaciones sicalípticas de la época, donde no había reparo en llamar a las cosas por su nombre, la literatura romántica sugiere más que muestra, por tanto, el cuello, con su enorme carga sexual, sería una forma más amable de remitirnos a los síntomas de dicha enfermedad.

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8/11/12

Siglo y medio de Bram Stoker

Quizás un poco más. Así nos lo recuerda el archiconocido buscador Google, que celebra los 165 años del nacimiento del escritor irlandés con un doodle que recrea diversos pasajes de la novela Drácula (1897).

Orgullosos de ser stokeristas, Fuera de Contexto se suma a esta conmemoración recordando a nuestros lectores algunas de las entradas ya publicadas sobre una de las obras de terror contemporáneas más importantes, y que pueden consultar en el apartado Categorías o pinchando en cualquiera de las etiquetas relacionadas.

Bebamos una copa de sangre -metafóricamente- en su honor: Slàinte, Mr. Stoker!